Twitter comenzó este miércoles a distinguir con la etiqueta “oficial” y una marca en color gris a cuentas verificadas de empresas, medios de comunicación, instituciones y ciertas personalidades, con el fin de distinguirlas del tradicional símbolo azul, que a partir de hoy también podrán obtener los suscriptores de su servicio de pago.
Este miércoles, la nueva marca “oficial” empezó a aparecer debajo del nombre de usuario en los perfiles de numerosas cuentas que ya contaban con el estatus de verificadas, sobre todo pertenecientes a compañías y entidades gubernamentales.
Este símbolo sirve para diferenciar a usuarios relevantes cuya identidad ha sido confirmada por Twitter de quienes obtendrán el “tick” azul por pagar los 8 dólares al mes que cuesta ahora el servicio Twitter Blue, una de las grandes novedades anunciadas desde que el multimillonario Elon Musk se hizo con la red social.
“Ahora, la marca de verificación azul puede significar dos cosas diferentes: que una cuenta se verificó según los criterios de verificación anteriores o que la cuenta tiene una suscripción al Twitter Blue de Twitter, que se puso a disposición en iOS (sistema operativo móvil de la multinacional Apple) en los EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido el 9 de noviembre”, anunció Twitter en un comunicado.
Aunque los suscriptores de pago recibirán la marca azul que hasta ahora distinguía a las cuentas verificadas, no necesitarán demostrar a Twitter su identidad, según confirmó este martes en un mensaje Esther Crawford, una responsable de la empresa.
Crawford dijo que la red social va a continuar “experimentando con formas de diferenciar entre tipos de cuentas” y apuntó que no todos los usuarios verificados recibirán el distintivo de “oficial” y que este no se podrá comprar.
“Las cuentas que lo recibirán incluyen cuentas gubernamentales, compañías comerciales, socios empresariales, grandes medios de comunicación y algunas figuras públicas”, explicó.
El sistema de verificación vigente hasta ahora había sido creado por Twitter en 2009 con el fin de garantizar que detrás de cuentas influyentes se encontraba la persona o institución que esta decía ser. EFE