Benjamin Netanyahu, que lideró las elecciones legislativas en Israel junto a sus aliados de extrema derecha, recibió oficialmente este domingo el mandato para formar gobierno, una victoria para el ex primer ministro que había prometido volver al cargo.
Su gobierno podría ser el más de derecha de la historia del país, lo que suscita temor tanto a nivel interior como internacional.
Hace unos días, la mayoría de diputados, 64 de los 120 del Parlamento elegido el 1 de noviembre, recomendaron al presidente Isaac Herzog otorgar a Netanyahu el mandato de formar un gabinete.
“Le doy el mandato para formar un gobierno”, declaró el domingo Herzog, junto a Netanyahu, en una ceremonia en Jerusalén.
“Seré el primer ministro de todos, de los que votaron por nosotros y de los otros. Es mi responsabilidad”, dijo Netanyahu, de 73 años.
En junio de 2021, fue el primer ministro saliente, el centrista Yair Lapid, quien sacó del poder a Netanyahu, con una coalición muy dispar de partidos de derecha, centro, izquierda y árabe, que se unieron para poner fin al reinado del primer ministro más perenne de la historia de Israel, en el cargo de 1996 a 1999 y de 2009 a 2021.
Netanyahu está encausado por corrupción en una serie de casos y su juicio está en curso.
Tras su fracaso en las legislativas de marzo de 2021, Netanyahu, conocido como “Bibi” y relegado a líder de la oposición, prometió “derrocar al gobierno en cuanto se presentase la primera ocasión”.
– El más a la derecha –
El dirigente del partido de derecha Likud tendrá 28 días para formar su gabinete, pero se le puede conceder un plazo adicional de 14 días en caso de que sea necesario.
Tras el anuncio de los resultados de los comicios del 1 de noviembre, los quintos en tres años y medio, Netanyahu entabló discusiones con sus aliados para repartir las carteras ministeriales.
El Likud obtuvo 32 escaños en la Knéset (Parlamento israelí), sus aliados ultraortodoxos 18 y la alianza Sionismo religioso 14, un récord para la extrema derecha. Esta combinación hace presagiar que este gobierno podría ser el más a la derecha de la historia del país.
Entre los ultraortodoxos, el jefe del partido sefardí Shass, Arieh Dery, amparado en sus 11 escaños, querría Finanzas o Interior, según la prensa. Dery fue hallado culpable de fraude en 2021 y antes estuvo encarcelado por corrupción.
Sionismo Religioso quiere el ministerio de Defensa para su jefe, Betzalel Smotrich, mientras que el número dos, Itamar Ben Gvir, desearía la cartera de Seguridad Interior.
– “Sin ilusiones” –
Según la prensa israelí, el presidente Herzog, cuya función es simbólica, habría intentado convencer a Yair Lapid y al ministro de Defensa Benny Gantz, rivales de Netanyahu, de formar con él un gobierno de unión para evitar la entrada al ejecutivo de figuras controvertidas como Ben Gvir.
El presidente negó estas informaciones.
Pero durante su entrevista con este líder de la extrema derecha, el jueves, Herzog le dijo recibir “interrogantes de ciudadanos israelíes y de dirigentes de mundo (…) sobre temas sensibles de derechos humanos”.
“Hay una cierta imagen de usted y de su partido que parece, y se lo digo con toda honestidad, preocupar en muchos aspectos”, dijo Herzog al diputado Ben Gvir, conocido por sus diatribas antiárabes.
Tras las últimas elecciones en Israel, varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos, pidieron “tolerancia” y respetar “los grupos minoritarios”.
Del lado palestino, los resultados fueron vistos con fatalismo. El primer ministro Mohammed Shtayyeh afirmó que “no se hacía ilusiones sobre el hecho que las elecciones israelíes llevaran a una colaboración para la paz”.
AFP