Catorce años es la edad perfecta para sacar buenas calificaciones en la escuela, hacer amigos, tener los primeros amores de verano y, por supuesto, iniciar a pensar con miras hacia el futuro.
Por El Tiempo
En el caso de Antonio Barbeau y su mejor amigo Nathan Paape, la adolescencia, lejos de ser esa etapa divertida, experimental y exploratoria, se convirtió en un periodo de desarrollo marcado por la traición, el crimen y la codicia.
¿Qué podría ser más importante que pasar tiempo con la bisabuela? Aunque las respuestas a esta pregunta podrían ser ilimitadas, en el caso de este par de amigos, la respuesta es tan desconcertante como aterradora: el dinero.
Sus nombres quedarán por siempre marcados en la memoria de los habitantes de Sheboygan Falls, Estados Unidos, y no precisamente por protagonizar travesuras propias de adolescentes en plena etapa de desarrollo; todo lo contrario, serán recordados por perpetrar, quizás, uno de los más perturbadores crímenes de la historia de esta ciudad idílica del estado de Wisconsin.
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