Los cabos sueltos en la extraña muerte de tres estadounidenses en un hospedaje de México

Los cabos sueltos en la extraña muerte de tres estadounidenses en un hospedaje de México

En fotografías cedidas por sus familiares, Jordan Marshall, Kandace Florence y Courtez Hall.
CORTESÍA

 

La versión de la Fiscalía de la Ciudad de México sobre la posible causa de la muerte de tres estadounidenses en un departamento alquilado a través de Airbnb se ha topado con contradicciones. La semana pasada, la autoridad capitalina informó que Kandace Florence, Jordan Marshall y Courtez Hall, quienes estaban de vacaciones en México y fueron hallados muertos en el piso donde se hospedaban, habían fallecido por intoxicación de monóxido de carbono, de acuerdo con los peritajes realizados. La Fiscalía señaló además que los guardias privados del condominio reportaron “un fuerte olor a gas”, versión que han cuestionado tanto la propietaria del apartamento como la administración del condominio. El monóxido de carbono es un gas sin olor, y el fallecimiento por inhalarlo es conocido como “muerte silenciosa” o “muerte dulce”. Familias de las víctimas evalúan solicitar en Estados Unidos un nuevo peritaje a los cuerpos, a fin de confrontar la conclusión a la que ha llegado preliminarmente la Fiscalía.

Por El País





Las muertes ocurrieron en un departamento del condominio La Cité, ubicado cerca de Santa Fe, una zona de clase alta de la capital. Uno de los tres viajeros, Jordan, reservó el piso a través de la plataforma Airbnb para estar del 28 de octubre al 1 de noviembre y pasar las festividades del Día de Muertos. La noche del 29 de octubre, Kandace, de 28 años; Jordan, también de 28, y Courtez, de 33, estuvieron en un bar de la capital, cuyo nombre hasta ahora permanece desconocido. La madrugada del 30 de octubre, Kandace escribió a su pareja en EE UU, Victor Day, que se sentía “como drogada” antes de llegar al departamento. Ella nunca mencionó un olor a gas en su piso. Tras varias horas sin poder contactar a Kandace, Day escribió a la propietaria del departamento pasadas las siete de la tarde del 30 de octubre para platicarle de la situación y pedirle que enviara a alguien a revisar el piso. Los guardias de seguridad privada que acudieron a ver llamaron a las autoridades tras hallar los cuerpos sin vida.

En este punto es donde las versiones se contradicen. La Fiscalía ha asegurado que los guardias “solicitaron el apoyo de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana al percibir un intenso olor a gas en un departamento”. Sin embargo, una representante de la empresa Administración AIO, que tiene a su cargo la gestión del condominio, negó que los guardias —que trabajan para esa misma compañía— hubieran detectado algún olor a gas, de acuerdo con mensajes que la administradora envió por WhatsApp a los condóminos, a los que EL PAÍS ha tenido acceso. “Nosotros no detectamos olor a gas. Sí había un olor extraño que no identificamos (después supimos que ese olor era a descomposición). Seguridad llamó a Emergencias y a Seguridad Pública, pero no por el ‘olor a gas’. Se habló debido a que se encontraron con los cuerpos”, escribió la representante de la administración el 10 de noviembre. Este medio contactó directamente a la representante que envió los mensajes a los condóminos, pero no recibió respuesta.

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