Desde hace más de dos meses, el servicio de fisiatría del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar de Maturín, funciona a media máquina debido a sus deplorables condiciones.
Por: Corresponsalía La Patilla
Solo con entrar al lugar, se puede observar una gran cantidad de filtraciones, las cuales generan un fuerte olor a humedad afectando las vías respiratorias de pacientes y personal de salud.
Los pasillos y áreas donde realizan las terapias parecen unas piscinas, debido a que con las fuertes lluvias, las filtraciones se han intensificado. En condiciones normales, atendían hasta 70 pacientes diarios entre consulta y terapia, pero ahora son limitadas las atenciones.
El coordinador del servicio de fisiatría, José Galea, indicó que el director del centro hospitalario y el coordinador regional de salud, han inspeccionado esa área, pero no ha habido respuesta oportuna.
La semana pasada, un grupo de ingenieros visitaron el lugar y dijeron que “pronto” comenzarían las reparaciones.
“La única respuesta que nos han dado es que no hay recursos, que el servicio está en lista para atenderlo, pero que hay otras prioridades, y que no será ahorita la rehabilitación. Eso es lo que nos han dicho. Los techos están a punto de caerse de tantas filtraciones. De 10 aires acondicionados, solo dos están en funcionamiento”, manifestó Galea.
Agregó que hay equipos de alta frecuencia que no se pueden usar en estas condiciones, porque corren el riesgo de dañarse, mientras que hay otros aparatos que son para la rehabilitación de los pacientes que están fuera de servicio. El déficit de personal es otro inconveniente, ya que solo cuentan con 11 trabajadores entre médicos y enfermeras.
Actualmente, el personal solo acude a cumplir horario, por lo que apenas pueden atender a un grupo de entre 25 y 30 niños los días jueves, y entre 5 y 10 personas con carnets de pacientes con discapacidad.
