Cada niño nacido en Moniquero, parroquia Páez del municipio Pedraza de Barinas, durante un largo tiempo estuvo ingresando automáticamente a la lista de ciudadanos condenados a recibir la herencia de la Quinta República: sin escolaridad ni salud.
Corresponsalía lapatilla.com
Allí, donde el río marca el límite con Quintero, estado Apure, no hay escuela ni dispensario.
Para llegar a Moniquero hay que abordar una lancha y recorrer los ríos Suripá y Apure.
Al desembarcar en la orilla del territorio barinés, los lugareños salen a recibir a los visitantes, siempre y cuando sea gente de paz.
En este lugar es muy raro ver a alguien que transmita esperanza y traiga beneficios para las familias.
Arriesgando para cumplir con su deber, los legisladores regionales Ronald Aguilar y César Cadenas, armaron un equipo que integró el prefecto de la Parroquia Páez, Aldo Ochoa, el médico Carlos Contreras y la enfermera Rocío Gómez, entre otros, para constatar la situación de vida de las familias y buscar la forma de devolverles la categoría de ciudadanos.
El legislador Aguilar se enfocó en conocer la realidad educativa de la población y encontró que 100 niños, niñas y adolescentes no saben lo que es un aula de clase o un docente, por lo que tampoco saben leer y escribir, lo que considera un mal que hace más vulnerable a esta comunidad.
Cadenas destacó la labor cumplida por el personal de salud que los acompañó hasta Moniquero, pudiendo chequear las condiciones de las personas y aplicando un plan de vacunación a la población infantil.
Sobre los temas de educación y salud, los legisladores elaborarán informes que entregarán a las instancias correspondientes, con el fin de garantizar la inclusión que el chavismo en su momento pregonó en Barinas, pero que en Moniquero no cumplió.