Este domingo se llevaron a cabo las honras fúnebres de Maximiliano Tabares en Antioquia, el menor que fue asesinado en medio de un ritual satánico que habría protagonizado una secta liderada por su padrastro. En la emotiva ceremonia los habitantes del departamento clamaron por justicia y no repetición.
Por Semana
El último adiós tardó en llegar. El cadáver del niño apareció bajo tierra el pasado 27 de octubre en una vereda del municipio de Segovia. Las autoridades judiciales sospechan que hasta ese punto fue trasladado por sus allegados en la noche del 20 de septiembre, luego de ser víctima de un supuesto acto de brujería.
Tuvieron que pasar 23 días para que los investigadores del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses inspeccionaran detalladamente el cadáver del menor. En su cuerpo estarían las respuestas que hoy busca el ente de acusación contra seis personas que estarían involucradas en este aterrador crimen.
Bajo la lupa de las autoridades están su madre, padrastro, abuela materna y otros tres sujetos que serían miembros de la secta de Los cCarneros, un grupo que recurriría a prácticas satánicas para dar con el paradero de guacas en las montañas de Antioquia. Ellos son señalados de la desaparición y tortura de la víctima.
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