Pablo Milanés consideraba España como su casa. Fue uno de los primeros países en los que comenzó a cantar en el extranjero, donde el público mejor le recibía, y aquí llevó a cabo multitud de giras y colaboraciones con artistas a los que le unía una estrecha amistad como Ana Belén o Víctor Manuel.
“España y México son mis casas, donde puedo estar además de Cuba. Yo me puedo poner en cualquier rincón de España y me conocen, conocen mi obra, me respetan, me siento bien, nos comunicamos”, dijo en marzo en declaraciones a EFE en Zaragoza, donde ofreció uno de sus últimos conciertos.
Milanés estuvo estrechamente vinculado a este país durante toda su vida, no en vano su mujer y manager era española, la historiadora gallega Nancy Pérez, y desde 2017 se había instalado en Madrid definitivamente para tratarse un tipo de cáncer que afectaba su respuesta inmunológica. Aquí es donde ha fallecido esta noche y donde se instalará la capilla ardiente.
Ana Belén y Víctor Manuel, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute, Ismael Serrano, Caco Senante, Joan Manuel Serrat o Javier Ruibal son solo algunos de los nombres de la escena musical española que colaboraron con el artista durante décadas.
Con Sabina aparece en los créditos de “19 días y 500 noches”, pues el cubano fue quien le puso música a “Una canción para la Magdalena”. “Pablo Milanés -explicó- es mi mejor amigo. Lo curioso de esta canción es que él compuso la letra por teléfono y yo la grabé con una grabadora”, explicó el cantante a EFE.
Era habitual verle en las giras de Víctor Manuel y Ana Belén, por ejemplo en el “tour” “Mucho más que dos” interpretó “Solo pienso en ti” junto al asturiano, una de sus colaboraciones más famosas. También participó en los conciertos de “El gusto es nuestro” junto a Miguel Ríos y Joan Manuel Serrat.
Además, con Víctor Manuel emprendió a mediados de los 90 una de las gira más exitosas, “Blanco y Negro”, que contó con una grabación. “Para mí trabajar con Pablo es como tener una beca porque sigo aprendiendo”, dijo el autor de “Solo pienso en ti”.
Ana Belén incluyó asimismo a Milanés en “A los hombres que amé”, el disco en el que homenajeó a los autores más trascendentes en su carrera musical, que durante muchos años le habían “regalado canciones”. De Milanés escogió “El breve espacio en que no estás”.
Su estrecha vinculación con España se puede palpar en uno de los discos fundamentales de su trayectoria, “Querido Pablo”, un proyecto publicado en la década de los ochenta y que fue reeditado en los 2000. En este trabajo el artista canta junto a sus mejores amigos una veintena de sus canciones más famosas, como “Yolanda” y otros “hits”.
Aquí se encuentran “Yo pisaré las calles nuevamente”, junto a Joan Manuel Serrat; “De qué callada manera”, con Ana Belén, que abre el disco; “El Tiempo, El Implacable, El Que Pasó” con Luis Eduardo Aute o “Amor” con Víctor Manuel.
En España fue donde recogió el disco de oro por ese trabajo, concretamente en 2002 en una ceremonia en el que se lo entregó Sabina en la sede de la SGAE en Madrid.
“Este hombre me cambió la vida, me enseñó a comer y me curó varias enfermedades de cabeza que padecía. Es un amigo sabio y un maestro. Tengo la suerte de vivir encima de él en Madrid y oigo cantar a diario esas canciones que le salen del corazón”, dijo entonces el cantautor español.
“Pablo Querido”, por cierto, comienza con unas palabras grabadas de Gabriel García Márquez que hablan mucho de su facilidad para crear hogar allí donde llegaba, incluida España: “Este disco es una casa sin puertas que mi Pablito Milanés lleva consigo a cualquier lugar en que se encuentre, sólo para que sus amigos del mundo entero se reúnan a cantar”.
EFE