Derrotado por Francia en la final del Mundial-2018, el maestro croata Luka Modric vuelve para regalarse un último baile en el Mundial-2022 de Catar, cuyos primeros pasos los dará el miércoles (10H00 GMT).
Con un impecable traje de dos piezas negro y sus mechas rubias posó para una foto de equipo a los pies del avión, junto a una bandera croata, para iniciar su andadura en el emirato con la misma clase con la que se desliza sobre los campos de Europa en los últimos meses.
Pieza central del esquema de Carlo Ancelotti en el Real Madrid, Luka Modric fue uno de los héroes de la conquista de la 14ª Liga de Campeones del club blanco, oscilando entre el rol de metrónomo del ataque madrileño y el de figura de inspiración y tutela de algunos de sus jóvenes compañeros, que por edad podrían incluso ser sus hijos.
El francés Eduardo Camavinga (20 años), presente en el Mundial con Francia, o el centrocampista Luka Sucic (20 años), su sucesor anunciado en el seno de la selección croata, se han alimentado de la experiencia del capitán de la “Vatreni”, apodo de la selección croata, con la que Modric ha disputado 155 encuentros.
“¿Modric? Inmortal”
En abril, su asistencia con el exterior del pie derecho con destino a su joven compañero brasileño Rodrygo, que significo la victoria en la vuelta de los cuartos de final de Champions contra el Chelsea en la prórroga, hizo explotar las redes sociales.
Pero Modric no quiere detenerse en el Viejo Continente. Cuatro años después de su gran desilusión en Moscú (derrota 4-2 contra Francia en la final) y un Balón de Oro 2018 que no fue suficiente para consolarlo, el mago croata quiere poner la mano sobre la Copa del Mundo en el que será, sin duda, su último Mundial.
O eso parece. “Creo que puede continuar. Yo le siento fresco, muy motivado en cada entrenamiento… creo que va a continuar”, dejó caer Ancelotti en agosto. “Es un jugador fantástico, con cualidades increíbles. Tiene suerte de no haber tenido nunca una grave lesión en su carrera. A los 37 años es todavía uno de los mejores centrocampistas de Europa”, añadió el técnico a inicios de septiembre.
“¿Modric? Inmortal”, llegó a decir “Carletto” al inicio de la temporada, el 20 de agosto, por los diez años de Modric en el Real Madrid.
Soñar a lo grande
“Siempre ha habido mucho escepticismo hacia mí, sobre mis cualidades, mi estilo de juego y mi físico. Dijeron que era demasiado enclenque para alcanzar el alto nivel. Pero esta adversidad no me afecta, me motiva todavía más”, afirmaba el genial centrocampista de 1,72 metros, en una entrevista a la AFP en 2020.
“No le tengo miedo a nada, puedo ser tímido pero no tengo miedo”, afirmaba el croata.
En Doha, los aficionados saben ya que tendrán delante de sus ojos a uno de los mejores centrocampistas del siglo en la recta final de su carrera.
El tercer jugador que vende más camisetas en el Real Madrid (por detrás de Vinicius Jr y de Karim Benzema) ha hecho fans incluso en Catar, vestidos con la camiseta de visitante de Croacia y con su nombre a la espalda.
Y en West Bay, al norte de la lujosa Cornisa de la capital, un inmueble entero se ilumina desde hace varios días con una foto de Modric.
El retrato gigante del pequeño jugador que soñaba a lo grande.
AFP