El organismo atómico de la ONU ha confirmado que Irán ha acelerado su programa de enriquecimiento de uranio al empezar a producir ese combustible, de doble uso civil y militar, a una pureza del 60 % también en la central de Fordow, señalaron hoy a EFE fuentes diplomáticas en Viena.
Ese nuevo salto en el programa atómico iraní ha sido confirmado por Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en un informe que señala que Irán anunció el pasado sábado que comenzará con ese proceso usando centrifugadoras de última generación.
Anunció además que planea instalar más máquinas de este tipo para producir también uranio al 5 y al 20 %.
Grossi señaló que, en respuesta, el OIEA pedirá aumentar sus inspecciones en la planta de Fordow.
El informe de Grossi señala, asimismo, que Teherán planea ampliar la capacidad de enriquecimiento en Natanz, otra instalación nuclear donde desde abril del año pasado se está produciendo uranio al 60 %.
Ese nivel está aún por debajo, pero a apenas un salto técnico, del 90 % preciso para alimentar una bomba atómica.
El OIEA informó el pasado día 10 de que Irán dispone ya de 3.673,7 kilos de uranio a diferentes grados de pureza, 62 de ellos al 60 %.
El acuerdo de 2015, llamado JCPOA, por el que Irán se avino a reducir su programa atómico a cambio del levantamiento de sanciones, limitaba el uranio que se le permitía almacenar a 300 kilos a un máximo del 3,67 % de pureza.
Las autoridades iraníes han asegurado que este nuevo paso responde a la resolución aprobada la semana pasada por el OIEA, en la que se le pedía que colabore para aclarar las dudas que aún existen sobre si su programa atómico tiene o tuvo una finalidad militar.
Fuentes diplomáticas consultadas por EFE han puesto en duda esa explicación, argumentando que no es una medida que se improvise y que aumentar el enriquecimiento de uranio corresponde más a una estrategia que a una “pataleta”.
“Constata de forma indudable que Irán está siguiendo su propio camino”, señaló esa fuente, que sigue de cerca el programa atómico iraní.
La decisión de acelerar el programa de uranio enriquecido parece indicar que “Irán ha abandonado el barco del JCPOA”.
Actualmente, están en punto muerto los esfuerzos diplomáticos para reactivar el acuerdo de 2015, que quedó muy dañado cuando Estados Unidos lo abandonó unilateralmente en 2018, ante lo que Irán reaccionó un año después incumpliendo los límites impuestos a su programa atómico.
Irán negocia desde hace meses con Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia, China y, de forma indirecta, con Estados Unidos, la restauración del pacto de 2015.
La Unión Europea (UE) presentó en agosto un texto definitivo para revivir el acuerdo, pero Irán ha puesto como condición que el OIEA cierre la investigación sobre la existencia de trazas de uranio no declaradas, que abren la duda sobre una posible naturaleza militar del plan atómico iraní.
EFE