La India vive este viernes el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer conmocionada por el brutal homicidio de una joven de 26 años a manos de su novio, quien descuartizó su cuerpo y esparció sus partes por Nueva Delhi.
Pese a que los hechos se produjeron el pasado mayo, no fue sino hasta principios de este mes cuando la Policía detuvo al agresor y comenzó una larga investigación que todavía mantiene en vilo al país y que revela cada día nuevos detalles.
Fuentes policiales, citadas por la agencia india de noticias ANI, informaron hoy del hallazgo de una maleta que contiene partes humanas que, sospechan, pertenecen a la víctima.
“Estoy muy pendiente del caso (…) la Policía de Delhi y la Fiscalía garantizarán un castigo estricto en el tiempo mínimo”, dijo ayer, jueves, el ministro indio del Interior, Amith Shah.
Este tipo de crímenes contra las mujeres no son una excepción en el país asiático, donde 428.278 mujeres denunciaron en 2021 haber sido víctimas de violencia, según reveló la Agencia Nacional de Registro de Delitos (NCRB) en su último informe.
Una tendencia que va en aumento, después de que en 2020 se registraran 371.503 denuncias de mujeres en todo el país, lo que supone un incremento del 15 % en un año.
“Este tipo de delitos suceden porque nuestro sistema no está funcionando de manera efectiva para proteger a las mujeres”, afirmó a EFE Ranjana Kumari, una de las más reconocidas activistas de derechos de la mujer en la India.
La directora del Centro por la Investigación Social de Nueva Delhi cree que para atajar este tipo de violencia hace falta actuar desde edades tempranas, hablando con los niños sobre ello en el ámbito familiar, en la escuela, y evitando que las mujeres se muestren sumisas.
“Las mujeres tienen la idea desde la infancia de ser tolerantes y de ser responsables de que el matrimonio funcione”, explica la activista, por lo que por mucho que sufran violencia de sus parejas lo toleran y “en lugar de abandonar el matrimonio, piensan que todo irá bien y su marido un día mejorará”.
BUSCAR AYUDA
Así se explica que solo el 14 % de las mujeres indias que han experimentado violencia física o sexual en algún momento de sus vidas haya buscado ayuda para detener la violencia, según la última Encuesta Nacional de Salud Familiar de la India, publicada en marzo.
Quién sí lo hizo fue Shraddha Walkar, la víctima del brutal asesinato de Nueva Delhi, que acudió en 2020 a la Policía para denunciar que su futuro homicida le agredía y le había amenazado de muerte.
Pero su denuncia quedó en el aire, después de que las autoridades no llamaran a su agresor a comisaría ni abriesen una investigación contra él, lo que sumado a la falta de apoyo por parte de su familia propició que la joven retirase su denuncia 21 días después, cuenta Kumari, que señala a la Policía por no actuar a tiempo.
Otro crimen similar ocurrió este mismo mes en el norteño estado de Uttar Pradesh, cuando apareció en un pozo el cuerpo también descuartizado de una joven a quien había matado su expareja.
Pero más allá de este tipo de violencia que acaba con la vida de las mujeres, la activista señala que también está presente “la violencia en lugares públicos, donde las mujeres experimentan violaciones y abusos”.
Kumari lamenta la escasa atención que recibe en su país el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde critica que los políticos “no consideran que sea un tema importante”.
EFE