En horas de la mañana de este jueves, una señora de origen indígena perteneciente a la etnia warao, se presentó en la sede del Ministerio Publico deltano, en la avenida Guasina de Tucupita, en compañía de su hija de apenas 3 años.
Por: Tanetanae
Iracunda y desconsolada a la vez, mostraba con infinito pesar la blumita de su retoño teñida de rojo, con el característico y casi imperceptible olor metálico de la sangre.
La elástica y minúscula tela de la vergüenza, era la prueba irrebatible de un hecho consumado.
Así lo entendió el Fiscal 6°, ordenando su inmediato traslado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (SENAMECF), donde se ratificó su sospecha: la infante fue víctima de violación.
Ante la magnitud del delito, el funcionario notificó al Servicio de Investigación Penal (SIP) de Polidelta, ordenando la búsqueda y captura del responsable.
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