Es verdad que el regreso a la vía electoral es aplaudido por los partidos políticos y por quienes creen que esa es la única vía posible, la pregunta importante que hay que buscarle respuesta, es si la mayoría descontenta está de acuerdo en el camino electoral que están buscando los partidos políticos.
Existen varias opciones que van desde la aceptación de las normas ventajistas del régimen como sea, hasta los que insisten en condiciones equitativas y democráticas que estoy seguro que Maduro no va a conceder por mucho que se le pida y exija.
Esa realidad produce un pesimismo democrático que podemos interpretar de distintas maneras, Schopenhauer desarrolló su concepto de pesimismo activo, como una contra a la solidaridad de clase que Marx ya había desarrollado en el siglo XIX.
Para explicarlo en un dos por tres, para que todo el mundo lo comprenda, el filosofo del pesimismo entendía que la realidad pensada, es decir teórica, tenía su kriptonita en el pesimismo activo, lo que equivale a decir que lo que se piensa de manera pesimista, puede a través del pensamiento crítico sufrir una transformación alquímica, eso por lo menos fue lo que pensaron unas décadas después algunos de los integrantes de la Escuela de Francfort.
Para ponerlo en contexto, existe la duda que las primarias teóricamente correctas, interpreten el pesimismo de una mayoría que no cree que se pueda salir de un régimen, las razones son variadas, pero hay que destacar que la mayoría no se siente representada en los partidos y eso es un argumento de mucho peso que hay que tomar en cuenta, cuando los que hablan a nombre de la oposición, se sienten de nuevo con los mismos, que no van a dar nada y esperan obtener todo.