En ese ambiente me llamaba la atención que al Presidente, las personas veteranas de CORDIPLAN lo llamaban con el remoquete de El Viejo, cuestión que por demás me parecía grosero o por lo menos de mal gusto. Viene a ser ahora, muchos años después, que entiendo la razón después de la lectura de la recién publicada biografía, Raúl Leoni – Democracia en la Tormenta, escrita por Tomas Straka y un equipo de intelectuales, patrocinado por la Fundación Rómulo Betancourt y la Asociación Civil Raúl y Menca de Leoni, Editado por la UCAB en mayo de 2022.
Tomas Straka, en el Tomo I aborda la juventud de Raúl Leoni y su ambiente familiar. Deleita al lector, al entrar no solo en los temas relevantes, sino en los pequeños temas de la vida cotidiana que ayudan a pintar y a entender al personaje. Entre tantos temas, que los invitamos a leer, esta la raíz del apodo de nuestro personaje. Resulta ser que Raúl Leoni era el de mayor edad de los Estudiantes de la Generación del 28. Había nacido en 1905 y le llevaba a sus compañeros de universidad en promedio tres años, que en aquel momento de la vida, representaba una eternidad.
Raúl Leoni fue la figura protagónica de la insurrección contra el régimen de Gómez en la Semana del Estudiante de 1928, como presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela. Luego en la cárcel del Castillo Libertador de Puerto Cabello, continúa su liderazgo al convocar a una reunión para rechazar categóricamente las condiciones de amnistía que le propuso el gobierno.
En la historiografía venezolana la figura de Leoni es opacada por la fama y las pasiones que desataba Rómulo Betancourt, quien posteriormente tomara el liderazgo en el partido. Leoni, en el ejercicio de la política, tuvo la desventaja de tener dificultades en la oratoria, cediendo las oportunidades estelares los micrófonos al inigualable Jovito Villalba, el poeta Andres Eloy Blanco y al ingenioso Rómulo Betancourt. Además era un hombre sin pretensiones, era serio, modesto; fue ideólogo y organizador del partido. La línea natural de sucesión del partido era, Betancourt, Leoni, Prieto Figueroa y Barrios.
En el gobierno Leoni realizó una acción ejemplar basada en el cumplimiento del III Plan de la Nación (1965-1969) en un clima de estabilidad monetaria y una gestión presupuestaria basada en la prudencia fiscal que permitio un crecimiento del Producto Interno, en su periodo, del 5,1% promedio anual. Simultáneamente con la Reforma Agraria logra el crecimiento de la producción agrícola, unida a la expansión moderada el sector industrial. Inicio las grandes obras de Guayana, SIDOR, ALCASA, EDELCA y la Represa del Guri, proyectos de viabilidad como el Autopista Caracas Tejerias, Autopista Valencia Puesrto Cabello, Puente de Angostura, Distribuidor la Arana y muchas más.
Mejoró y expandió la educación a los dos millones de habitantes así como una amplia red de obras de sanidad.
Leoni un presidente ejemplar no solo en el uso del presupuesto público sino también en su vida familiar con Dona Menca quien se destaco con la Fundacion Festival del Nino y el resto de su trabajo social, en lamentable contraste con sus sucesores Lusinchi y Perez.
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Después de leer la nueva biografía de Raúl Leoni coordinada por Tomas Straka, la figura de Raúl Leoni, alcanza un nivel más elevado a la que ya tenía, considerando la protagónica labor en la insurrección contra Gómez en el 28; en todos los pasos de la que sería Acción Democrática y luego, con conduciendo un gobierno ejemplar. De la lectura del libro sale un Leoni, que bajo un manto de modestia, estaba un hombre valiente y determinado.