Ecuador, equipo que había brindado una gran demostración de fútbol en los primeros dos encuentros de fase de grupos de la Copa del Mundo, vio cómo su sueño se perdió en el desierto tras una dura derrota (1-2) frente a una Senegal que creyó en sus convicciones y logró su cometido, pasar a octavos de final.
lapatilla.com
Ambos equipos con opciones de clasificación y dependientes de sí mismos, protagonizaron un duelo rocoso y trabado, donde las pequeñas incidencias fueron vitales para llevarse el partido.
El cuadro ecuatoriano solo necesitaba un empate para ganar el boleto a octavos de final, mientras que africanos estaban obligados a ganar para pasar, pero el camino para obtenerlo sería “largo y culebrero”.
Finalizando la primera mitad, los africanos se adelantaron en el marcador luego que el principal sentenciara una pena máxima. Ismaila Sarr fue el encargado de sumar el primer tanto por el cuadro senegalés (0-1).
La segunda mitad comenzó diferente a la apática primera mitad. Con altibajos para las dos selecciones, pero con un solo ganador.
Ecuador encontró la vía de la igualdad mediante una jugada a balón parado.
Félix Torres ejecutó un tiro de esquina de forma cerrada. La pelota en su trayecto se paseó por el área africana y derivó en los pies de Moisés Caicedo, quien de primeras la empujó al fondo del arco defendido por Edouard Mendy (1-1), pero la alegría duraría poco.
Pasaron tres minutos y los senegaleses fueron implacables.
Los dirigidos por Aliou Cissé aturdieron a los ecuatorianos mediante un tiro libre desde la parcela derecha.
Con una ejecución peligrosa al corazón del área, la zaga ecuatoriana despejó floja y erróneamente la pelota hacia un costado en donde se encontraba Kalidou Koulibaly al acecho, quien con una volea potente batió (1-2) al portero Hernán Galíndez.
Transcurrieron los minutos y la convicción senegalesa se hacía más fuerte que la imprecisión de una selección sudamericana que vio cómo en pocos minutos se le derrumbó su sueño de conquistar una nueva fase en Qatar 2022.