Desde la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, los familiares de la niña Michelle Pernía, de cinco años de edad, quien falleció cuando era trasladada en una carretilla hacia un centro de salud de Puerto Santander, Colombia, contaron que llegaron al punto de control del Puente Unión a las 3:30 de la madrugada del miércoles, bajo una fuerte lluvia.
Anggy Polanco // Corresponsalía La Patilla
A pesar del aguacero y a que la niña estaba conectada a un sistema oxígeno, un militar dijo que no podía cruzar la ambulancia, ante lo cual una doctora que acompañaba a la infante decidió desconectarla del oxígeno.
Jonathan Pernía relató que un hombre con una carretilla se ofreció a trasladarla y allí la subieron, y la cubrieron con un plástico para que no se mojara, pero en el trayecto que comprende el Puente Unión, la madre sintió que la niña falleció.
De igual manera, los allegados continuaron hasta llegar al puesto de salud del Puerto Santander, y allí los médicos de turno le confirmaron que la pequeña estaba sin signos vitales. Sin más opciones, los allegados se regresaron a Boca de Grita con el cuerpo de la niña sobre la carretilla, explicó el progenitor.
El padre de Michelle pidió al gobernador del Táchira, Freddy Bernal, que tome cartas en el asunto para esta triste historia no se vuelva a repetir entre las tantas personas enfermas que intentan buscar ayuda en los centros de salud de Colombia.
Expuso que decidieron no referir a la niña al Hospital Central de San Cristóbal, porque no tenían recursos económicos para comprar todo lo que exigen en los centros de salud venezolanos.
Por eso la familia prefirió llevarla al puesto de salud de Colombia, en vista de que allí los atienden y les dan todos los insumos que necesitan.
Yubey Medina Daza, familiar también de la infante, expuso que no es justo lo que ocurrió, sobre todo porque la familia tuvo que desembolsar 150.000 pesos para comprar la gasolina que requería la ambulancia para trasladar a la niña.
Medina Daza dijo que la médico debió haber exigido al militar que la dejaran con la bomba de oxígeno hasta dejar a la pequeña en manos de los galenos del lado colombiano, pero por el contrario, obedeció la orden del uniformado y le dijo a la madre de Michelle que hasta ahí le colaboraba.