Creo que es urgente y necesario un examen crítico de la historia de la Venezuela moderna. Así, esto aparece también evidente en las redes sociales en forma de una oferta variada sobre temas de la historia nacional. Pero, en concreto me quiero referir a una obra cimera de análisis histórico como lo es un aporte del profesor Héctor Valecillos Toro: Sísifo en la tierra de gracia: Mitos y realidades de la democracia en Venezuela (Rayuela Taller de ediciones, 2014). En virtud de que hace un análisis profundo y enjundioso de un periodo extenso de la historia del país, que yo califico de moderna (en vez de contemporánea), en la medida que abarca problemas desde los procesos de independencia (pero ya sabemos que cualquier límite o calificación siempre tiene algo de arbitrario en el peor de los casos o simplemente criteriológico en el mejor).
Es un análisis profundamente crítico, producto de una investigación acuciosa, que se basa además en una profusa obra del autor sobre diversos temas de economía, sociedad e historia, que ha fortalecido y enriquecido su capacidad para juzgar de manera objetiva lo que son los grandes temas de la historia reciente. Este análisis carece de cualquier interés fijado en combates historiográficos estériles, sino que esta animada por una visión que se empeña denodadamente en ser objetiva hasta donde esto puede ser posible. Es una reflexión contra una historia mineralizada criteriológicamente sobre aspectos claves; pero sin perder de vista que crítica significa confrontar ideas, perspectivas, hechos que siempre aparecen en conflicto o marcados por claras visiones ideológicas. La pretensión del autor es señalar estas contradicciones y malversaciones históricas hasta el punto que la documentación y la investigación la pudieron hacer posible.
Esta tarea es sumamente compleja, porque el lapso de tiempo es muy amplio, y los temas difíciles por las capas arqueológicas de prejuicios acumuladas sobre ellos; y porque nuestras insuficiencias investigativas conceptuales y empíricas no proveen de los datos suficientes para un examen exhaustivo. Aun así, nuestro investigador de marras no se dejó intimidar por la tarea y produjo una obra de gran calado intelectual.
Esta obra, como ya he señalado, abarca desde la independencia; realiza un examen de las grandes dificultades que marcaron la transición al Siglo XIX, en la Venezuela independiente y los procesos que condicionaron los fracasos políticos y económicos; así como también las inmensas dificultades que la cultura oponía al igualitarismo social que terminaron bloqueando las salidas democráticas hasta mediados del Siglo XX. El problema de las revoluciones políticas con énfasis en el 18 de octubre de 1945. El problema de la reconfiguración del País, con la aparición del petróleo y el advenimiento de un proceso de largo plazo de reformas progresivas desde el posgomecismo hasta el final de la dictadura del Gral. Marcos Pérez Jiménez. La instauración de la democracia en 1958 y su expectativa esperanzadora hasta finales del gobierno de Pérez I. Y, las relaciones turbulentas entre la sociedad, la política y la economía desde finales de los años setenta marcadas por las contradicciones irresolubles entre los shocks positivos/negativos del petróleo, la crisis progresiva de la deuda externa y el avance indetenible y acumulativo de déficit sociales que al final dieron al traste con la democracia tal como la conocimos hasta finales del Siglo XX.
Este esfuerzo intelectual no esta animado por compulsión a la erudición académica o a la competencia erística, sino marcada por la necesidad de debatir con verdadera seriedad crítica, densa, la situación del país y cómo llegamos a la debacle actual. Pero no es tampoco la intención del Prof. Valecillos, dilucidar improductivamente nuestro pasado, todo lo contrario, debemos aprender de lo que nos pasó y nos sigue pasando. Es una reflexión profundamente motivada por la necesidad de encontrar soluciones de largo plazo para la construcción de una economía, sociedad y cultura, que puedan hacer posible una Venezuela democrática sustentable en largo plazo.
No volver a caer en las ilusiones que se producen de desestimar las dificultades reales de construir una democracia. Que hay que discutir con sensatez y no determinados por las ideologías; ya sean socialistas, neoliberales, ambientalistas, que proveen soluciones mágicas a problemas muy exigentes que conducen a decisiones con efectos nefasto en el mediano y largo plazo, como observamos nos ocurrió en Venezuela, al igual que sucede en muchos países de nuestro próximo entorno.
Invito a todos a revisar esta obra, sobre todo a aquellos equipos que se están ocupando de nuevos diseños del país. Tener conocimiento sobre los problemas históricos estructurales de largo plazo, de los errores cometidos, de la falta de sindéresis en la formulación de políticas, cuestiones todas estas tratadas de manera amplia y muy bien calibrada, escrita con mucha competencia literaria y mucha capacidad para hacer comprensible problemas económicos, políticos, sociales y culturales que muchas veces encontramos oscurecidos por la falta de claridad en su abordaje por perspectivas extremadamente limitadas para dar una verdadera visión de conjunto.