Dos supuestos terroristas fueron detenidos en el marco de una operación coordinada por Interpol entre ocho países del norte de África y del sur de Europa que se llevó a cabo el pasado verano, que permitió también otros arrestos de personas implicadas en tráfico de inmigrantes y de drogas.
La operación Neptuno IV, cuyos resultados fueron presentados este lunes por Interpol en un comunicado, se llevó a cabo entre el 1 de julio y el 3 de septiembre e implicó a España, Italia, Francia, Marruecos, Argelia, Túnez, Líbano y Chipre.
La organización policial internacional no dio la identidad de los dos presuntos terroristas, ni los países en los que fueron capturados. Simplemente señaló que había órdenes de búsqueda internacional contra ellos y que eran objeto de las llamadas alertas rojas.
Durante Neptuno IV, las fuerzas del orden de esos ocho países llevaron a cabo 2,6 millones de comprobaciones en las bases de datos de Interpol sobre documentos de identidad robados y perdidos, datos nominales o vehículos robados.
Gracias a eso, se identificaron 140 resultados positivos que dieron lugar a otros 14 arrestos, así como a decomisos por valor de 3,6 millones de dólares, entre los que se incautaron 33 kilos de cocaína, 39.400 pastillas de éxtasis, 133 kilos de cannabis y diez coches robados, además de una decena de armas de fuego.
Esta operación permitió actuar sobre los flujos irregulares de inmigración entre el Magreb y el sur de Europa: en Francia, Italia y España fueron detenidos presuntos traficantes de personas y 13 migrantes.
El secretario general de la organización, Jürgen Stock, afirmó que “la operación Neptuno garantiza la coordinación de los esfuerzos de las fuerzas del orden a escala nacional, regional y mundial”.
“Ofrece una respuesta tangible a las amenazas contra la seguridad, ya que se centra en la circulación ilícita de bienes y personas y en las actividades graves de la delincuencia organizada”, añadió Stock.
EFE