El Mundial de Qatar ha dejado ver el poder económico que tiene la familia real catarí, gobernada por Hamad bin Jalifa Al Thani desde el año 2000. Sin embargo, a pesar de las rimbombantes construcciones y los lujos que se ofrecen a los turistas que llegan de todas partes del planeta a ver fútbol, existen sectores del país sumergidos en la extrema pobreza.
Por eltiempo.com
En un videoblog que realizó el creador de contenido Luisito Comunica, se retrató las precarias condiciones sanitarias, sociales y laborales a las que se someten las comunidades más empobrecidas de la península.
Ratas muertas, pozos sépticos y personas bañándose con agua sucia son solo algunos de las condiciones de vida que llevan las personas que residen en los denominados ‘Labor Camps’ o campamentos de trabajo, un sector que está bastante alejado del centro histórico de Doha.
La mayoría de ellos ganan hasta 300 dólares o 1000 reales (1,4 millones de pesos) para subsistir todo un mes, lo cual sorprende, pues supera considerablemente el salario mínimo colombiano tasado en un millón de pesos).
De igual forma, el hacinamiento en estas zonas obreras es uno de los temas más sorprendentes del video. En una sola habitación, según comentó el mexicano, pueden estar viviendo cerca de diez personas, quienes pasan sus días aglomeradas soportando el inclemente calor del desierto.
Cada residencia es construida por las empresas para ahorrarse el excedente de 300 dólares, estipulados por la ley, para la manutención de sus trabajadores. Es decir, a cambio del pago construyen estos edificios para aglomerar a sus empleados y evitar costos contractuales.
Cada una de las edificaciones puede albergar hasta 400 personas; no obstante, lo cierto es que sobrepasa con creces la capacidad de alojamiento.
Según algunas cifras suministrada por la ‘BBC’, el país posee una población máxima de tres millones de habitantes, de los cuales el 3 por ciento son cataríes, es decir, aproximadamente 350 mil personas, el resto son inmigrantes que llegaron a buscar una nueva vida trabajando, como muchos, en las edificaciones deportivas que hoy disfruta el mundo en el torneo organizado por la Fifa.
“Los trabajadores migrantes aún dependen de sus empleadores para facilitar la entrada, la residencia y el empleo en el país, lo que significa que los empleadores son responsables de solicitar, renovar y cancelar sus permisos de residencia y trabajo”, ha denunciado la plataforma HRW.
Por otro lado la BBC informó: “Aunque aquí tienen mejores estándares de vida que en sus países de origen, una parte importante vive con lo justo, bajo salario mínimo y compartiendo una habitación de seis para mandar dinero a sus países”.
