El grupo petrolero ruso Rosneft anunció el miércoles una pérdida de 889 millones de dólares después de que Alemania tomase el control de sus refinerías implantadas en ese país a mitades de septiembre.
“En el tercer trimestre de 2022, el impacto negativo más significativo en los resultados provino de la transferencia de los activos del grupo en Alemania (…) a la agencia federal que gestiona las redes de energía”, indicó Rosneft en un comunicado.
Ese cambio acarreó “una pérdida adicional de 56.000 millones de rublos”, es decir 889 millones de dólares al cambio actual, añadió.
El 16 de septiembre, el gobierno alemán decidió poner bajo tutela las actividades en su territorio del grupo ruso para proteger su suministro energético.
En el punto de mira estaba sobre todo la refinería de Schwedt, en el este del país, cuyo funcionamiento se vio perturbado desde que Alemania redujo sus importaciones de petróleo ruso en represalia por la ofensiva del Kremlin en Ucrania.
Al tomar el control de esta instalación, las autoridades alemanas abrían la vía a organizar su abastecimiento con petróleo de otros países.
Entre julio y septiembre, “Rosneft siguió viéndose afectada negativamente por factores externos y restricciones ilegales”, entre ellas la toma de activos en Alemania y las diversas sanciones contra Rusia, denunció el presidente del grupo, Igor Sechin, en el comunicado.
Rosneft, cuyas filiales en Alemania representan el 12% de la capacidad de refinación del país, había calificado la decisión de “ilegal”.
Pese a esta pérdida, los ingresos en rublos de Rosneft en los nueve primeros meses de 2022 aumentaron un 15,7% interanual, hasta alcanzar el equivalente de 102.300 millones de dólares.
El beneficio neto entre enero y septiembre se situó en 591.000 millones de rublos, por debajo de los 696.000 millones del mismo periodo del año anterior.
AFP