Desde hace ocho meses, la Unidad Educativa Cecilio Acosta, situada en el Barrio Lourdes de San Cristóbal estado Táchira, no tiene electricidad, y los niños están viendo las clases con bombillos recargables que cada día llevan sus representantes. Esta institución ha sido objeto de vandalismo en dos ocasiones, y se han hurtado todo el cableado eléctrico.
Anggy Polanco // Corresponsalía LaPatilla
En el año 2019 fue el primer robo del cableado y la escuela duró un año sin fluido eléctrico. En aquella oportunidad los representantes adquirieron un cable, aunque no el adecuado, para solventar momentáneamente. Pero el 18 de abril de 2022, nuevamente la institución se vio afectada por el vandalismo y sufrió el robo todo el cableado.
El plantel educativo que depende de la Gobernación del estado Táchira, posee una matrícula de tan solo 59 niños, debido a que muchos han sido sacados de esta escuela por las deplorables condiciones de infraestructura, pues el segundo piso del plantel tiene grandes filtraciones y ya varias aulas han sido clausuradas. Las filtraciones ya comienza a causar problemas respiratorios en algunos estudiantes.
Betza Márquez, representante de dos niños que reciben orientaciones en esta institución, expresó que los niños están resultando afectados porque tiene deficiencias para recibir las orientaciones en estas condiciones.
“El gobierno no ha solucionado nada, el Estado no ha solucionado nada, se han tocado todas las puertas en los organismos pertinentes, pero no hemos tenido respuesta alguna“, expresó Márquez.
La representante explicó que los trabajadores de Corpoelec han acudido varias veces y solo han medido y se han ido, pero no han puesto el cable.
Los baños de la institución no tienen tuberías y los niños no pueden realizar el lavado de manos, además que deben echarle agua a la poceta con un balde.