Lo que algún día fue un tiradero de botellas, la naturaleza se ha encargado de transformarlo en una peculiar playa que ahora es un destino obligado de todos los que viajan por California. Sus coloridos paisajes la volvieron uno de los “spots” más populares de las redes sociales. En su nombre se puede adivinar el origen de su formación: Glass Beach.
Por La Nación
Se trata de una zona cubierta de trozos de cristales que, con la fuerza de la marea, la fricción con rocas y la arena, han tomado una forma redondeada que no implica mayor riesgo para los visitantes.
Esta playa se localiza en la zona sur del Parque Estatal MacKerricher en Fort Bragg, unas tres horas al norte de San Francisco. Se ha vuelto un atractivo entre los amantes de la naturaleza, pero también entre los que buscan escenarios fantásticos para presumir fotografías en Instagram, donde hay más de 65.000 imágenes con la etiqueta #glassbeach.
La “sucia” historia de Glass Beach, California
La época “oscura” de este sitio ocurrió entre 1949 y 1967, cuando lo utilizaban como depósito de desechos como botellas de cristal, electrodomésticos y refacciones de autos. Luego de estas décadas de falta de conciencia ecológica, las autoridades decidieron cerrar la playa para rehabilitar el entorno.
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