Luego de ocho años de estudios universitarios Michelle terminó su carrera de Medicina en el peor momento para el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV). La egresada siempre esperó caminar con toga y birrete bajo las imponentes Nubes de Calder, pero no pudo hacerlo porque, debido a una situación sanitaria compleja, el aula cerró sus puertas al público.
Por Crónica Uno
El Aula Magna de la UCV fue diseñada por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, junto a la plaza cubierta. Este complejo cultural fue declarado patrimonio mundial de la humanidad en el año 2000 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Fue inaugurada el 2 de marzo de 1954 y, a la fecha, la estructura tiene 68 años.
El aula tiene 900 días cerrada. Trina Medina, directora de Cultura de la UCV, relató la situación que llevó al Aula Magna a un problema sanitario peligroso para cualquier persona.
Los problemas iniciaron antes de la pandemia por COVID-19 cuando, tras varias fallas, el transformador que suministraba electricidad al complejo cultural se dañó por completo. El lugar estuvo sin luz al menos tres meses y el confinamiento limitó el poder de resolución en ese momento.
Se tenía un transformador, pero el conector no era compatible, lo que retrasó aún más el proceso. Así se abrieran las puertas del Aula, esta permanecía a oscuras por su gran tamaño.
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