Diez años después, la masacre de la escuela Sandy Hook reaviva el debate sobre las armas en EEUU

Diez años después, la masacre de la escuela Sandy Hook reaviva el debate sobre las armas en EEUU

La policía en la escuela Sandy Hook, de Newtown, el 14 de diciembre de 2012. Foto: REUTERS

 

Newtown, un pueblo al noreste de Estados Unidos, que parece salido de una película navideña, recuerda que hace una década se convirtió en el sitio más triste del país después de que un joven disparara a sangre fría en la escuela primaria Sandy Hook y matara a 26 personas: veinte eran chicos de 6 y 7 años.

Por Clarín 





Una década después, las mismas preguntas resuenan dentro y fuera de Estados Unidos: ¿por qué todavía hay tantos tiroteos mortales en las escuelas? ¿Por qué ningún gobierno logró frenarlos?

El 14 de diciembre de 2012, Adam Lanza, un muchacho de 20 años nacido en Kingston, New Hampshire, provocó una de las peores masacres escolares en Estados Unidos, que terminó cuando él mismo se disparó un tiro mortal.

Esa mañana, temprano, el joven tomó un rifle Savage Mark II calibre .22, que al parecer tenía muy a mano en su casa, y mató a su madre, Nancy Lanza, con cuatro tiros en la cabeza.

Poco después, tomó otras armas que como ese rifle -se supo luego- habían sido compradas legalmente por su madre. Se subió al auto de la mujer y manejó unos 8 kilómetros hasta el colegio Sandy Hook, donde estudiaban unos 700 chicos.

Llegó cerca de las 9.30, se bajó, sacó un rifle Bushmaster capaz de disparar 45 balas por minuto, y lanzó los primeros disparos contra un cristal cercano a la puerta de la escuela, según detalló la BBC, en base a las investigaciones.

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