Forzado a dejar a su perrita en Juárez al cruzar a EEUU, venezolano se reencuentra con ella en Nueva York

Forzado a dejar a su perrita en Juárez al cruzar a EEUU, venezolano se reencuentra con ella en Nueva York

Cortesía

 

Después de tres meses de tenerse que haber separado en el río Bravo, el venezolano Brayan Pinto logró reunirse con su perrita Brandy en Nueva York, gracias a la actriz venezolana Marjorie De Sousa y al fotógrafo juarense Carlos Sánchez, quien cuidó de la mejor amiga del migrante.

Por El Diario de Juárez





“Me dicen que se tiene que quedar de este lado o de aquel lado mandarla a un refugio y que quede con personas estadounidenses o en caso tal que la van a dormir y ahora no sé qué hacer con la perrita. Es una perrita de apoyo emocional que me había regalado mi mamá antes de fallecer y pues dejarla es como dejar a un miembro de la familia, como dejar a una hermana, a un hijo de este lado”, explicó Brayan, de 18 años, el pasado 12 de septiembre a un grupo de periodistas.

Después de haber viajado con su perrita por diversos países y de caminar por ocho días por la selva del Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá, con ella entre los brazos, no quería abandonarla en los límites de la frontera entre México y Estados Unidos, por lo que después de cruzar la frontera regresó con ella para pedir ayuda.

Al conocer la historia de Brayan y Brandy, Carlos Sánchez, un fotógrafo de El Diario, quien tiene dos hijas pequeñas, decidió darle refugio en Juárez a la perrita de raza peekapoo, mientras buscaban ayuda de alguna organización estadounidense para que pueda reunirse nuevamente con su dueño.

Aproximadamente una semana después, luego de que la historia se hiciera viral, la actriz Marjorie De Sousa contactó a Carlos para ofrecer su apoyo a su compatriota, quien viajó a Nueva York con apoyo de las autoridades de El Paso.

Brandy conquistó rápidamente el corazón de Abi y Aylín, de 10 y 3 años de edad, las dos hijas de Carlos, quienes la llenaron nuevamente de besos, caricias y amor. Su mamá le hizo una camita y mientras Abi jugaba con ella, Aylín la acariciaba diciéndole “pechochita Blandy”. Aunque Brandy parecía saber que Carlos era su encargado y cuando llegaba de su trabajo lo recibía, y dormía en su recamara.

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