La ONU volvió a pedir este viernes, por segunda vez en una semana, respeto al Estado de derecho en Perú, pero también que se garanticen las libertades de reunión y de manifestación pacífica, después de unos disturbios que han dejado ya 18 muertos en varias regiones del país.
El portavoz de la organización, Stéphane Dujarric, recordó que el secretario general António Guterres “está siguiendo la situación con preocupación”, y que lamenta la pérdida de vidas humanas.
Después volvió a referirse, casi en los mismos términos que el miércoles, a las escenas de violencia y pidió “a todas las partes contención, permanecer en calma y no atizar las tensiones”.
El pasado miércoles, la presidenta interina de Perú, Dina Boluarte, declaró el estado de emergencia, que estará vigente durante 30 días, lo que implica “la suspensión de los derechos de reunión, inviolabilidad de domicilio y libertad de tránsito”, según detalló entonces el ministro de Defensa, Alberto Otárola.
Sin embargo, esta declaración no ha calmado los ánimos de los manifestantes, sino que parece haberlos agravado, y no cejan en sus peticiones de renuncia para Boluarte, disolución del Congreso y convocatoria de una asamblea constituyente.
EFE