Desde el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) presentaron a la opinión pública su balance donde develaron que durante noviembre se suscitaron 67 conflictos laborales, asimismo destacaron como el mayor porcentaje de reclamos fue protagonizado por trabajadores del sector educación, hasta con un 40.68% del total del mes. Según expertos, los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo siguen siendo los principales motores de la conflictividad laboral.
Freddy Cañas, sindicalista y académico de Inaesin, señaló que como ya se ha hecho costumbre, los trabajadores venezolanos, tanto públicos como privados, activos y jubilados, han levantado su voz en protesta por los bajos salarios y las pésimas condiciones en las que prestan sus servicios. “En noviembre, el sector educación fue el más convulsionado en materia de reclamos reivindicativos, llegando al 40.68% seguido por los empleados de la salud con 13.56%. Para nosotros, los 67 conflictos laborales escenificados en este periodo significan la presencia de un descontento laboral importante frente a una cruel realidad vivida por el trabajador venezolano”, dijo Cañas.
Cañas reveló que los principales motivos de protesta fueron por bajos salarios (64.18%), protestas, reclamos por malas condiciones de trabajo (10.45%) y los incumplimientos de convenciones colectivas (8.96%). “Por ejemplo, el salario actual de un docente jubilado en su mayor categoría es de 450 bolívares mensuales, monto insuficiente para adquirir lo mínimo necesario para cubrir la canasta básica, los docentes enfrentan la realidad venezolana, vendiendo helados o impartiendo clases particulares. Un docente jubilado no merece vivir tantas penurias después de dedicar 25 y 30 años de servicio a la nación. Hoy nuestros docentes están viviendo situaciones indignas sin beneficios, violentando cláusulas de nuestra contratación colectiva”.
El 91.40% de los reclamos fueron realizados por los trabajadores del sector público, donde el 47.83% contó con el apoyo de su sindicato. Hasta 65.67% de los conflictos fueron denuncias y 20.90% expresaron su descontento a través de concentraciones. “Aquí vemos el caso de los trabajadores de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), allí denunciaron el incumplimiento de contratos e inseguridad laboral, luego de los recientes accidentes registrados en Ferrominera Orinoco en donde falleció un trabajador. A través de Cesar Soto, dirigente sindical de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), aseguraron que todas las empresas del holding de la CVG han presentado accidentes laborales sin reportarlos ante el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (Inpsasel)”, indicó Freddy Cañas.
Otro suceso fue reportado por los voceros del Sindicato Eléctrico del estado Falcón, en donde evidenciaron que la empresa estatal Corpoelec busca presuntamente desalojarlos de su sede sindical ubicada en la ciudad de Coro. Starling Bracho, secretario general del Sindicato de Trabajadores Eléctricos, declaró que el desalojo es un atropello por parte de la empresa Corpoelec, al quererlos privar de la sede que ocupan desde hace más de 18 años, amparados en lo previsto en la convención colectiva”.
Dentro de las protestas más importantes del mes de noviembre, estuvo la de trabajadores de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) quienes se concentraron en la calle Montes de Cumaná, específicamente en las afueras de la institución, se presentó tanto el personal activo, como jubilados y sobrevivientes exigiendo respeto a sus derechos laborales. “Más de 300 trabajadores se ven afectados en la entidad oriental, clamaron homologación de sueldos y salarios, ya que les es insuficiente para cubrir los gastos de la canasta básica alimentaria. Asimismo, denunciaron que no cuentan con seguro médico ni con la entrega de medicamentos por parte de CANTV. “Nuestra calidad de vida está menguada” era una de las consignas de los manifestantes.
Nota de prensa