La fuerzas de seguridad de Pakistán liberaron este martes un centro del Departamento de Lucha contra el Terrorismo (CTD) capturado por talibanes paquistaníes el pasado domingo, una operación en la que han muerto al menos dos comandos y un número por ahora no revelado de fundamentalistas.
“Todos los terroristas han muerto”, indicó en el Parlamento paquistaní el ministro de Defensa, Khawaja Asif, sin precisar el número de insurgentes fallecidos. El centro albergaba a 33 personas acusadas de pertenecer al Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), el principal grupo talibán paquistaní.
La operación en el CTD de la ciudad de Bannu, en la provincia nororiental de Khyber Pakhtunkhwa, comenzó el 20 de diciembre a las 12.30 hora local (7.30 GMT) y finalizó al cabo de dos horas.
Al menos dos miembros de las fuerzas especiales fallecieron y cerca de una decena resultaron heridos en la operación, señaló Asif.
Los insurgentes se hicieron el control del centro el pasado domingo durante un interrogatorio en el que los rebeldes desarmaron a los oficiales y tomaron como rehenes a algunos agentes.
Los talibanes liberaron también a algunos de sus compañeros prisioneros en el lugar y habían exigido una salida segura en helicóptero a Afganistán, que desde agosto del año pasado está bajo el control de los talibanes afganos.
El ministro afirmó que el número de ataques terroristas se encuentra al alza en Pakistán y señaló tener pruebas del apoyo transfronterizo que los insurgentes reciben desde el vecino Afganistán.
“Lo más lamentable de esto es que el terrorismo está de nuevo avanzando en Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán (sur)”, dijo, antes de añadir que “hay pruebas claras de que los terroristas del otro lado de la frontera o locales se están alzando de nuevo”.
El TTP es un paraguas de varios grupos armados tribales creado en 2007 que busca imponer un Estado islámico en Pakistán.
Desde su formación, el grupo ha llevado a cabo una brutal campaña de ataques terroristas en todo el país y matado a miles de personas, incluido un intento de asesinato de la premio Nobel Malala Yousafzai en 2012.
EFE