El de Vangelia Gushterova es uno de esos curiosos fenómenos que van logrando adeptos con el paso de los años. Conocida popularmente como Baba Vanga, murió el 11 de agosto de 1996 a los 85 años y dejó como legado una enorme lista de predicciones, que llegan hasta el año 5079.
Por larazon.es
Vanga perdió la vista de forma repentina y misteriosa a los 12 años, pero comenzó a escuchar voces que. según decía, venían de otra dimensión para anunciarle lo que ocurriría en el futuro.
Muchos pensaron que había perdido la cabeza por el trauma, pero cuando su predicciones se fueron cumpliendo comenzó a generar confianza entre los que la rodeaban hasta el punto de que años después de su muerte tenía millones de seguidores en todo el planeta.
Los convencidos de su causa afirman que su porcentaje de éxito se sitúa en el 85 por ciento, un dato muy alto que incluye hitos como los atentados del 11-S, la desaparición de la Unión Soviética, la muerte de Diana de Gales, el incidente de Chernobyl, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), pero también la pandemia de coronavirus y, cómo no, su propia muerte.
De 2022 dijo que sería un año aterrador. Acertó en las profecías referentes a que el deshielo se aceleraría y liberaría nuevo virus letal (”Las 968 bacterias mortales encontradas en el Tíbet que podrían poner en peligro a la Humanidad”), La aparición de nuevas sequías (”El verano 2022, el más caluroso en Europa desde que hay registros”) o los desastres naturales con inundaciones e incendios que afectarán a Asia y Australia (”Los 10 fenómenos naturales más extremos de este 2022?).
En cambio, predijo una plaga de langostas, que atacaría las plantaciones y que provocarían una gran hambruna en Asia, algo que no ha ocurrido en 2022 sino que se produjo dos años antes.
Las profecías de Baba Vanga para 2023
La anciana ya comenzó a vislumbrar que 2022 iba a ser un año complicado, en el que varias zonas del mundo se verían azotadas por fenómenos meteorológicos importantes, que afectarían a la economía y al bienestar de la zona. Esta tendencia, empeorará en 2023. La primera de las cinco profecías es la más plausible y también la que más inquieta al mundo: El uso de armas biológicas. Con la Guerra de Ucrania -cuya invasión comenzó hace 300 días- de fondo, el temor a que Putin llegue a usar el agente nervioso Novochock para lograr ganar la guerra. “Un gran país llevará a cabo investigaciones sobre armas biológicas en personas, lo que podría provocar la muerte de millones de seres humanos”, profetizó.
Pero la segunda profecía es tanto o más preocupante porque Vanga anunció la explosión de una planta de energía nuclear y en los últimos meses panea la sombra de un atentado ruso contra una central nuclear en Ucrania.
Pero las apocalípticas predicciones no acaban ahí. Si logramos sobrevivir a los agentes químicos y a las consecuencias a todos los niveles de un ataque nuclear, tendremos otro reto. Afrontar una aterradora tormenta solar, que podría destruir comunicaciones por satélite, internet o acabar con todas las redes eléctricas.
Lo cierto es que esta predicción ha sido situada en el calendario por los científicos, que han previsto que el 23 de abril de 2023 se produzca una fuerte tormenta solar que afectaría a los campos magnéticos de la Tierra y el Sol y a las redes de comunicación de internet. También afectaría negativamente a los animales.
Si creemos a pies juntillas a Vanga, se producirá un cambio en la órbita de la Tierra que podría llevar a un desastre natural sin precedentes. Al acercarnos más al sol, podría suponer el fin de la raza humana por la subida de las temperaturas y los picos de radiación que recibiría el planeta.
Y si no es un desastre natural, será la propia humanidad la que provoque el inicio de su extinción con la prohibición de los nacimientos naturales y la creación de bebés de laboratorio a medida Esto daría un poder enorme a los líderes mundiales, que decidirían quien tiene derecho a vivir y cómo. Los padres podrían elegir los rasgos físicos y de la personalidad de sus hijos.
Otras de las predicciones de la Nostradamus de los Balcanes para los próximos años está que en 2028 se lanzará una misión espacial hacia Venus, cinco años antes de que los polos de la Tierra se derritan. El comunismo regresará con fuerza y logrará dominar a Europa en 2076 y los humanos aprenderán a vivir debajo del agua en 2130. Asimismo, en el año 3797 la Tierra habrá dejado de existir pero los humanos habrán encontrado la forma para poder trasladarse a otro sistema solar habitable.