Seguir con la tradicional cena navideña de Nochebuena forma parte del quehacer cultural del andino.
Por Jesús Quintero
Degustar la hallaca acompañada con pan de jamón y chocolate caliente representa una verdadera tradición que se hereda en la familia merideña de generación en generación.
Consultamos la opinión de algunas personas en el centro de la ciudad y ven bastante accesible el costo de una hallaca si es solo para una reunión familiar.
Ahora, si se necesita en cantidades mayores, es mucho más conveniente la preparación de las hallacas en casa, coincidieron los consultados.
En los alrededores de la plaza Bolívar y otros lugares de Mérida, varios trabajadores informales venden este rico platillo navideño, cuyo precio promedio es de 20 Bs, lo que equivale un poco más de un dólar.
Algunos vendedores ofrecen una hallaca, pan bolita y un refresco. En otros casos también incorporan la ensalada cocida de papa y zanahoria.
A pesar de la situación económica poco favorable, el alto índice inflacionario, el casi inaccesible dólar por su alza continúa que pulveriza el salario del trabajador público, que a duras penas llega a 8 dólares mensuales, padres de familia hacen un esfuerzo titánico por que no se rompa la tradición culinaria de la Navidad.
Hablando de años atrás, la familia se reunía algunos días antes del 24 de diciembre para preparar el guiso, lavar las hojas y cocinar al fogón de leña unas 100, 300 y hasta 500 hallacas.
A la visita se le invitaba a degustar este plato, que en cada región de Venezuela tiene su toque culinario particular.
Hoy, la cantidad de hallacas en el fogón ha disminuido considerablemente. Muchas familias han optado por comprar hallacas por encargo, y así estirar un poco más el dinero y así alcance para los demás gastos de la temporada decembrina.
