Los rescatistas dieron por finalizada la búsqueda de víctimas en el deslizamiento de tierras ocurrido en un campamento del norte de Malasia, que se cobró la vida de 31 personas, informaron las autoridades este sábado.
Según la policía, 92 personas, incluyendo decenas de niños, dormían en el campamento -que no contaba con ninguna licencia- situado en una finca de Batang Kali, cuando se produjo el alud.
El balance final es de 31 muertos (11 de ellos, menores), cinco más que los contabilizados en el último saldo comunicado por las autoridades, y 61 heridos. Todos los fallecidos son malasios.
“Encontramos el último cuerpo, el de un chico”, explicó a AFP un responsable de los servicios de rescate, Hafisham Mohamad Noor.
“Terminaremos nuestras labores de búsqueda y rescate”, agregó.
Muchas de las víctimas son familias que estaban allí pasando las vacaciones.
Las autoridades dijeron que había más de 90 personas en ese campamento sin licencia, propiedad de una granja orgánica, cuando se produjo el desprendimiento de tierra en la madrugada del viernes 16 de diciembre.
Los deslizamientos de tierra son comunes en Malasia tras intensas lluvias, que suelen ser habituales a finales de año. Sin embargo, no se registraron fuertes precipitaciones en la zona durante la noche del desastre.
AFP