Los aeropuertos estadounidenses volvieron este viernes a la normalidad en vísperas de Año Nuevo y registraron menos de un centenar de cancelaciones, la mayoría de la aerolínea Southwest, tras una semana de caos por la tormenta Elliot.
Según el recuento del portal FlightAware, un total de 98 vuelos previstos para hoy con origen o destino en Estados Unidos han sido cancelados, frente a los más de 2.500 cancelados el jueves.
De estos, 41 pertenecen a la aerolínea de bajo coste Southwest, protagonista de una avalancha de cancelaciones en vísperas de Año Nuevo, que está siendo investigada por el Gobierno estadounidense.
La compañía, que atribuye el caos aéreo al impacto de la tormenta invernal durante la Navidad, canceló ayer más de 2.300 vuelos. Este viernes, sin embargo, aseguró que opera “con normalidad” pese las cancelaciones.
“Agradecemos el trabajo dedicado del equipo de Southwest para restablecer nuestros horarios y anticipamos interrupciones mínimas para el fin de semana”, apuntó la empresa.
Southwest insistió en que sus clientes pueden rellenar un formulario en su página web para que se les reembolsen los precios de los vuelos, los alimentos y los hoteles derivados de las cancelaciones que han sufrido millones de personas durante los últimos días.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, arremetió el jueves contra el “comportamiento inaceptable” de Southwest y envió una carta al director general de esta compañía con sede en Dallas (Texas), en la que asegura que utilizará “al máximo sus facultades de investigación” para responsabilizar a Southwest si no cumple con las promesas hechas de reembolsar a los pasajeros.
Mientras que otras aerolíneas experimentaron cancelaciones por la tormenta y se recuperaron “con relativa rapidez”, añade la carta, Southwest no lo hizo.
La compañía atribuye su colapso a que centenares de pilotos y sobrecargos quedaron inoperativos por el temporal invernal Elliot, que impactó al país la semana pasada con gélidas temperaturas, fuertes nevadas y vientos huracanados.
En total dejó más de 50 muertos por el frío y los accidentes, además de 1,7 millones de hogares sin luz y miles de pasajeros en tierra que querían reencontrarse con sus familias por Nochebuena y Navidad.
Búfalo, en el condado de Eire, en el noroeste del estado de Nueva York, fue la zona más afectada por el temporal. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, decretó allí el estado de emergencia y las autoridades locales estiman en 37 el número de fallecidos.
EFE