Caleidoscopio es el nuevo hit de Netflix. Es número 1 en Estados Unidos y por su innovadora propuesta, como mínimo, llama la atención.
Por: Clarín
Lo novedoso no es su historia, sino que sus 8 episodios -todos titulados con el nombre de un color distinto- pueden ser vistos en cualquier orden. Netflix se los muestra a los usuarios aleatoriamente para que cada uno tenga una experiencia diferente.
La premisa de la trama es simple: Leo, un veterano ladrón, organiza junto a su banda un robo de 7.000 millones de dólares (el mayor de la historia), pero las cosas no salen como las planean.
El relato es uno solo, y, al no ser estrictamente lineal, se conforma con episodios que se van completando unos a otros. Tampoco es una antología, como Black Mirror o El gabinete de las curiosidades, que cuenta con episodios con historias independientes o autoconcluyentes.
¿Cuál es el orden correcto para verla?
Con la propuesta sobre la mesa, la primera pregunta de los internautas fue: ¿Cómo verla en el orden correcto? Y la segunda: ¿Cuál es el mejor orden para verla?
Estas preguntas son muy difíciles de responder porque Caleidoscopio puede ser vista hasta de 40.000 formas distintas. Literalmente.
La idea es que Caleidoscopio sea vista en cualquier orden, pero si uno quiere puede hacerlo de manera cronológica. De este modo (y, alerta, spoiler), los episodios quedarían dispuestos así: Violeta, Verde, Amarillo, Naranja, Azul, Blanco, Rojo, Rosa.
¿Y el mejor orden?
La serie, de todas maneras, sugiere una regla de oro: dejar el episodio Blanco para el final. Si uno elige dejarlo para el desenlace, podrá verla de 5.000 modos diferentes, pero si se elige romper con esta idea, el número se multiplica por ocho.
Ahora bien, existen combinaciones de episodios mejores que otras para verla. Todo es relativo, pero si uno busca una experiencia lo más lineal posible, pero con el punto justo de desvíos o “trampas”, una mezcla posible podría ser Amarillo, Verde, Naranja, Violeta, Azul, Rojo, Rosa, Blanco.
De este modo sugerido por Esquire uno se asegura una buena base: un gran comienzo, flashbacks en el medio y un desenlace a toda máquina.
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