La reina emérita de España, Sofía, asiste hoy al funeral del pontífice emérito Benedicto XVI en la plaza de San Pedro del Vaticano vestida de luto para despedir a un papa con el que mantuvo varios encuentros en el pasado.
La madre del rey de España ocupa un asiento en la primera fila de la zona reservada para las autoridades, en un lateral del altar situado a las puertas de la basílica entre Felipe de Bélgica y el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda.
Antes de la ceremonia, durante el rezo del Rosario y bajo una densa niebla que cubría la cúpula vaticana, pudo verse a la reina emérita española conversando con el monarca belga, que acudió acompañado por su esposa Matilde, cubierta con una mantilla.
La reina Sofía representa a la Casa Real española como hiciera en 2005 en el funeral de Juan Pablo II, aunque en esta ocasión sin su marido, el rey emérito Juan Carlos I.
La víspera pasó por la capilla ardiente instalada desde el lunes en la basílica de San Pedro, acompañada por el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, el socialista Félix Bolaños.
Permaneció unos instantes en silencio ante los restos de Ratzinger y después pudo dar el pésame personalmente a su secretario privado, Georg Gänswein.
La Santa Sede no ha convocado un funeral de Estado, al no tratarse de un papa reinante, pero las autoridades podían acudir a título personal. Las delegaciones oficiales fueron de Italia y del país natal de Joseph Ratzinger, Alemania.
La reina Sofía siempre mantuvo una relación especial con Benedicto XVI, con quien solía hablar en alemán en algunos de sus encuentros, ya que la monarca emérita española tiene también orígenes familiares en Alemania, país en el que estudió durante su infancia.
Estuvo entre las asistentes a la misa de inicio de pontificado de Ratzinger en 2005, vistiendo de blanco, un “privilegio” reservado a las reinas católicas.
Mientras que el primer encuentro privado fue en septiembre de aquel año, cuando Benedicto XVI, cinco meses después de su proclamación, recibió en la residencia de verano de Castel Gandolfo a Sofía y a Juan Carlos I, entonces en la Jefatura del Estado.
Por su parte, el pontífice alemán viajó a España en tres ocasiones, siendo siempre recibido por los entonces monarcas.
En 2006 a Valencia con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias; en 2010 a Santiago de Compostela por el Año Santo y a Barcelona para consagrar la Sagrada Familia, y en 2011 a Madrid por la XXVI Jornada Mundial de la Juventud. EFE