Las negociaciones para una posible suspensión de las patentes para los tratamientos y los tests anticovid que se celebran en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) deben abandonarse, defendió este miércoles el director general de la principal federación global del sector, Thomas Cueni.
En declaraciones durante una rueda de prensa organizada por la Asociación de Corresponsales Acreditados ante la ONU en Ginebra (ACANU), Cueni, director de la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA), aseguró que esa suspensión “podría comprometer la calidad de nuestro trabajo”.
“El debate debería estar cerrado en un momento en el que hay una colaboración sin precedentes entre compañías innovadoras y aquéllas que fabrican genéricos”, aseguró Cueni, quien añadió que poner en riesgo el actual avance de esta cooperación “es estúpido”.
“Las propias fabricantes de genéricos han reconocido que no podrían haber trabajado sin el apoyo de las firmas de innovación”, mientras que éstas últimas “subrayan que no habrían tomado ciertos riesgos en la investigación si no hubieran tenido la protección necesaria”, argumentó.
Cueni afirmó que en un momento en el que la pandemia se encuentra en retroceso y está pasando a ser una enfermedad endémica en muchos países, con la que habrá que convivir como con la gripe, “hay que asegurarse de que lo que funcionó bien no se pierda en futuras pandemias”, sobre todo “la confianza en la ciencia”.
“La innovación privada no debe comprometerse”, declaró el responsable de IFPMA, quien no obstante reconoció que durante la pandemia se dieron casos negativos de “nacionalismo de vacunas” que, por ejemplo, “causaron que ni una sola dosis saliera de Estados Unidos hasta septiembre de 2021”.
Las negociaciones en la OMC quieren extender a tratamientos y tests anticovid la suspensión de patentes a las vacunas que ya se acordó en junio del pasado año, ante la que también manifestaron su oposición inicial las farmacéuticas.
En diciembre, la OMC decidió extender las negociaciones al menos a los primeros meses de este año, aunque el debate está lejos de cerrarse por la oposición que se mantiene entre países productores (sobre todo economías desarrolladas) y naciones en desarrollo.
En el histórico acuerdo de junio se decidió que la suspensión de las patentes para las vacunas tuviera una duración de cinco años, algo que costó más de año y medio consensuar, por los desacuerdos que hubo principalmente entre esos mismos bloques.
EFE