De manera sorpresiva, el presidente colombiano Gustavo Petro visitó a Nicolás Maduro por segunda vez el pasado 7 de enero en Caracas, Venezuela. La cita extraordinaria fue anunciada por la Casa de Nariño horas antes de que el mandatario aterrizara en el vecino país.
Por Sebastián David García | EL TIEMPO
Sin honores militares y con la rapidez por la agenda apretada debido a que tenía que viajar también a Chile, Petro ingresó al Palacio de Miraflores para la reunión que se extendió por más de dos horas a puerta cerrada.
Maduro no solo resaltó el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, también se mostró contento por los detalles que recibió. Según un video que publicó después, durante la cita aprovecharon para intercambiar una serie de regalos un tanto atrasados de Navidad.
“Un regalito navideño. La cajita después te sirve para guardar documentos”, le dijo Maduro a Petro mientras le mostraba la amplia caja que contenía varios presentes. “Seguirá la Navidad”, bromeó el presidente colombiano.
A diferencia de la caja colorida de Maduro, Petro le entregó una de colores más sobrios: azul y con una tira de la bandera del país. “Mira, Cilita”, señaló Maduro a Cilia Flores para que fuera testigo de lo que destapaban.
“Pura artesanía”, destacó Petro al darle un tejido y un sombrero vueltiao con su estuche. “¿Volteao le llaman? Coñ… buenísimo”, replicó él y de inmediato lo llevó a su cabeza para ver cómo lucía.
“¿Qué tal?”, preguntó Maduro. “Güepajé”, alentó Petro. Luego, al ponerse también el estuche, exclamó con unas cuantas risas: “pa’l monte”.
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