Ayer, miércoles 11 de enero, toda la manada aulló con una sola voz: la loba había vuelto y ellos estaban allí para recibirla. Como manada se identifican cientos, miles de seguidores de Shakira en las redes sociales cuyo catecismo bebe en buena parte de Loba (2009), uno de los mayores éxitos de la colombiana y en cuyo clip, haciendo de trapecista en una jaula, se deja ver particularmente sensual
Por: Clarín.
Y Shakira no les ha decepcionado: el single Music Sessions 53, en colaboración con el DJ y productor estrella argentino Bizarrap, no es un ácido recado a su ex, Gerard Piqué, sino un ataque con armas nucleares nunca visto en anteriores ocasiones.
En este canción, la tercera desde la ruptura de la pareja, Shakira incorpora una novedad fundamental: se ensaña con Clara Chía, la nueva pareja de su ex.
Las otras canciones-diatribas contra Piqué
A finales de octubre la cantante publicó Monotonía, que por lo que dice en la letra, sus fans afirman que estaba dedicada a su expareja. Sin embargo, la anterior, Te felicito, que había estrenado en junio, parecía mucho más explícita.
En esta sesión con Bizarrap, Shakira no se anda con rodeos: la nueva novia de Piqué no es buena persona y sus encantos están al nivel de un Twingo y un Casio en comparación con el Ferrari y Rolex que sería la propia Shakira. Sin embargo, una frase concreta está suscitando distintas teorías en las redes sociales: “Yo te desocupo mañana y si quieres traértela a ella que venga también”.
Para la mayoría, Shakira se refiere a la mansión de la urbanización Ciudad Diagonal (Esplugues de Llobregat) que ha sido hasta el año pasado el domicilio familiar y en la que sigue viviendo la cantante con los niños.
Cuenta la rumorología de Barcelona que cuando la cantante estaba de viaje fuera de España, Gerard Piqué aprovechaba para disfrutar de la casa a solas en compañía de Clara. Así, la indirecta sería un modo irónico de decirle a Piqué que está al corriente de sus andanzas y que si tiene el carácter necesario, pruebe a traerla ahora que la loba ha salido a aullar al mundo entero.
Puedes leer la nota completa en Clarín