El periodista español Ignacio Cembrero reiteró este viernes que Marruecos le espió a través del sistema Pegasus y que mantiene contra él un “acoso y hostigamiento” que le perjudica, por lo que solicitó que se rechace la demanda que interpuso este país en su contra en España.
Un juzgado de Madrid celebró el juicio a Cembrero por el proceso que inició Marruecos en 2022, cuando presentó una demanda por unas declaraciones en las que dijo que había sido víctima de espionaje a través de Pegasus y que el autor podría ser este país.
La demanda civil pide que se retracte de esas declaraciones, al argumentar que no hay pruebas de que sea verdad, y que se le impongan las costas del juicio, sin discutir su libertad de expresión, sino únicamente las manifestaciones de un presunto perjudicado por un espionaje que no es tal como concluye un informe policial.
El letrado del demandado, Javier Sánchez, sostuvo que “en la demanda está la condena”, ya que Marruecos sabe que no prosperará, pero al interponerla trata de “silenciar” al periodista y hace “que los demás tomen nota”.
El origen del proceso se sitúa en 2021, cuando un consorcio de medios internacionales, coordinados por Forbidden Stories y con apoyo técnico de Amnistía Internacional, desveló que gobiernos de varios países, entre ellos Marruecos, habrían espiado miles de teléfonos celulares, como clientes de la firma tecnológica israelí NSO Group, a la que pertenece Pegasus.
Varios periodistas se sumaron a una denuncia de Reporteros sin Fronteras (RSF), entre ellos Cembrero, que hizo declaraciones en varios medios de comunicación y ya en 2022 en el Parlamento Europeo, donde explicó cómo fue espiado por Marruecos.
Cembrero no se retractó y se reafirmó estas manifestaciones, al explicar que llegó “por muchos motivos” a la conclusión de que “solamente una potencia extranjera, que es Marruecos, pudo piratear o hackear el teléfono móvil”, ya que en su terminal hay teléfonos de opositores del régimen marroquí y de miembros del Gobierno de España, y de hecho un periódico marroquí publicó dos mensajes suyos con personalidades españolas.
Asimismo, recordó que es la cuarta vez que Marruecos le somete a un proceso judicial, tras dos por supuesto enaltecimiento del terrorismo, ambos archivados, y otro ejercitado por un empresario relacionado con los servicios secretos marroquíes que acabó en absolución.
“He sido víctima de acoso y hostigamiento por parte de la autoridades marroquíes desde 2014” y de “insultos constantes y sistemáticos de las autoridades y la prensa marroquíes”, dijo.
El periodista denunció que la demanda le ha perjudicado, al igual que las anteriores, porque “a los medios les gusta tener buenos periodistas, pero no que vayan a los tribunales”, y muchas fuentes ya no le dan información.
A la vez que defendió que el informe policial que consta en la causa no dice tajantemente que su teléfono no hubiera sido espiado, sino que en ese momento no se podía asegurar que lo fuera, debido a que según le han confesado expertos en esta materia en 2021 no se podían rastrear programas como Pegasus en teléfonos Android.
EFE