Cruda, fría y caducada: Venezolanos denuncian que les entregan comidas “podridas” en refugio de Nueva York

Cruda, fría y caducada: Venezolanos denuncian que les entregan comidas “podridas” en refugio de Nueva York

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Cruda, fría y caducada. Así es como los refugiados que viven en el Row Hotel en Manhattan describen la comida que les sirve la ciudad.

Con información de Telemundo 47





Los que están alojados en el hotel de Times Square señalan la pasta cubierta con cucharadas de grasa y las albóndigas congeladas en el medio cuando se sirven. También están presionando al personal del refugio que le dijo al New York Post que están desperdiciando el dinero de los contribuyentes al negarse a comer las comidas gratis.

“A veces la comida huele mal. Está podrida. Y cada vez que los niños comen, es como si tuvieran una intoxicación alimentaria”, dijo una madre, Diana, que se hospeda en el refugio con sus dos hijos.

“Hay una pasta que viene con albóndigas o pollo que a veces viene picante… la otra vez vino en mal estado. Estaba agria la comida. Es comida que está de sobra, que no consumen en la mesa y lo que hacen es botarla ellos mismos a la basura”, mencionó Tania, una migrante venezolana.

Jorgelis Duque, otra joven oriunda de Venezuela expresó: “Cuando la comida está mala, ni la recojo de la mesa. Prefiero acostarme sin comer”.

Por su parte, Alianna Eloymar, también venezolana describió: “La comida es dañada, el arroz crudo, con vegetales y una carne molida cruda”.

Sin embargo, el alcalde Eric Adams insinuó el pasado jueves que la comida no es el problema, sino que los migrantes solo están siendo quisquillosos.

“La gente puede tener un gusto cultural diferente por ciertos alimentos; no podemos hacer eso. Solo podemos proporcionar alimentos nutritivos para las personas”, dijo.

Adams y el jefe del hospital que ahora dirige el albergue en el Row Hotel, que se ha convertido en el hogar de cientos de inmigrantes latinoamericanos, insisten en que la comida no tiene nada de malo. Pero una carta enviada el mes pasado desde el Hospital Harlem le pide al Row Hotel que transfiera a una familia debido a las preocupaciones de los padres de que “los niños perdieron peso debido a los recursos alimentarios limitados”.

Una madre de tres hijos manifestó que “no se trata de lo que les gusta o no les gusta a mis hijos. Si la comida fuera comestible, haría que la comieran”.