Stu Smith todavía recuerda el descaro de la petición. En ese momento, era el dueño de una empresa de desarrollo de marcas con 10 empleados y llamó a uno de ellos para que fuera a su oficina donde tendrían una conversación difícil. Los proyectos paralelos de la persona, realizados fuera de su trabajo de tiempo completo, habían comenzado a afectar su desempeño.
Por: The New York Times
“Solo duplica mi salario y voy a dejar de hacer todo este trabajo adicional”, recuerda Smith que le dijo su empleado. “Yo le respondí: ‘No, así no es como funciona esto’”.
Para conseguir un aumento, se recomienda a la mayoría de la gente que adopte una estrategia totalmente contraria. Pero a diferencia del audaz empleado de Smith, en aras de evitar una conversación incómoda la mayoría de las personas posponen pedir aumentos graduales, y quizás pierden una compensación significativa.
Para esta nota les pedimos a las personas que han recibido estas solicitudes y a las personas que han estudiado la dinámica organizacional y la psicología del lugar de trabajo que nos dieran sus mejores consejos sobre cómo prepararse y enfrentar esa conversación con el fin de aumentar los ingresos este año.
El acto de pedir que se les pague más puede hacer que los empleados se sientan vulnerables, es algo así como cuando se pregunta: “¿Quieres ir al baile de graduación conmigo?”, pero en la vida laboral adulta. El mayor error que comete la gente es posponer la conversación, disuadida por la posibilidad abstracta del rechazo, según Daniel Pink, autor de exitosos libros sobre el trabajo y el comportamiento, entre ellos el más reciente: The Power of Regret.
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