Cuando ya está por concluir el primer mes del año 2023, habitantes de las zonas rurales del estado Guárico siguen viviendo bajo el continuo abandono del gobierno chavista, y algunas están a poco de quedarse incomunicadas por las malas condiciones que presentan sus vías de penetración.
Por Corresponsalía La Patilla
Tal es el caso de la población de Cazorla, ubicada en el municipio San Gerónimo de Guayabal, que tiene años sufriendo la poca atención que recibe de los gobernadores y alcaldes rojitos que han pasado y pasado por los cargos, los cuales no se han enfocado en resolver las problemáticas de aquellos que residen fuera de las ciudades capitales guariqueñas.
La vialidad que comunica a este sector con áreas vecinas sigue cada día peor, en especial cuando se registran las lluvias, perjudicando a las personas y a los productores que hacen vida en esta región llanera del país.
Rutas sin asfaltar, puentes en pésimo estado y a punto de colapsar, fallas de borde, son parte de la realidad que se presenta a la hora de transitar por sus rutas de acceso, por lo que los cazorleños recibieron el año nuevo tal como culminaron el 2022: en el ostracismo.
Otrora zona agropecuaria por excelencia, ahora solo abunda el barro y la tierra, y la “Venezuela potencia” que quiere hacer ver el régimen de Maduro, brilla por su ausencia.
“La proliferación de los daños viales, han incidido directamente en lo económico, alimentario y social, disminuyendo la capacidad productiva en toda esa zona del Guárico”, expresó un vecino que no quiso identificarse por miedo a ser víctima de represalias.
Es por ello que solicitan de una vez por todas la presencia de organismos de infraestructura y vialidad, además de no dejar por fuera los encargados de los servicios básicos como luz, agua o aseo urbano, para que se den un paseo por Cazorla y ayuden a no dejar que quede incomunicada oficialmente.
