Los docentes de los siete municipios del estado Apure alzaron su voz de protesta este lunes 23 de enero, para exigir al régimen de Nicolás Maduro y al gobierno regional, salarios dignos y la discusión del contrato colectivo, tal como lo establece la Constitución Bolivariana y los convenios internacionales.
María Eugenia Díaz // Corresponsalía lapatilla.com
Entre marchas y asambleas transcurrió el 23 de enero en el estado llanero, donde los trabajadores de la educación denuncian que devengan sueldos desajustados a la realidad económica del país.
Zuleima Corrales, con 26 años de servicio y actual empleada del Colegio de Licenciados en Educación, apoyó a sus colegas en esta lucha que califica como “merecida por tantos años dedicados a la formación de niños y jóvenes”.
A su juicio, estos reclamos deben para beneficio, no solo de los educadores, sino también para los obreros de las instituciones educativas y todos los empleados públicos.
“Nos están golpeando el estómago con sueldo de miseria. Según la clasificación, soy Docente VI en educación, el nivel más alto del eslabón, y estoy cobrando 360 bolívares, menos de 20 dólares quincenales, que nos alcanzan para nada, porque las familias de dos a tres integrantes no comen con ese sueldo. Debemos defender nuestros derechos, porque nos están matando de hambre con esta situación”, explicó Corrales.
Gremios y educadores rechazaron declaraciones del gobernador sobre desestabilización que, supuestamente, representan estas protestas.
Minerva Ortega, presidenta de la Federación de Trabajadores del estado Apure y que agrupa a 16 sindicatos que representan a 12.000 trabajadores, declaró que tiene 45 años en la lucha sindical, desde 1978 hasta la fecha defendiendo los derechos de los trabajadores.
A su juicio, el problema del salario no es solo de los educadores, sino también de todos los empleados públicos del país.
En tal sentido, Ortega dijo que presentarán ante la comisión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un informe sobre las quejas de los trabajadores con respecto al salario y la actuación de grupos de motorizados para amedrentarlos durante las manifestaciones de calle.
“No queremos confrontación, sino que se resuelvan los problemas a los trabajadores. No tenemos seguridad social. Tóquense el corazón, porque los trabajadores somos padres de familia. No sean hipócritas, no sean tan descarados, le están mintiendo al pueblo al decir que la causa de los bajos salarios es el bloqueo, pero no generan soluciones a los problemas”, dijo.
Deisy Solórzano, presidenta de la Federación Venezolana del Maestro (FVM), objetó el envío de motorizados a las actividades de calle del magisterio, sin importar lo justo de su lucha.
“Los educadores están empobrecidos, no pueden asistir a las escuelas porque no tienen dinero. Sin embargo, el gobierno está obligando a los educadores a dar clases”.
Beatriz González, maestra jubilada luego de 35 años de servicio, se siente desatendida a pesar de haber dedicado toda su vida a la educación de las generaciones venezolanas.
“Ahora no tenemos qué comer, mucho menos para comprar las medicinas, porque tenemos un sueldo de hambre, y no debe ser, porque los educadores somos formadores de patria. Debemos ser los mejores pagados en este país. Pero, no es así, lamentablemente”, dijo para lapatilla.com.
González rechazó la declaración del gobernador Eduardo Piñate, quien este fin de semana señaló que las protestas de los maestros son convocadas por los gremios y los partidos políticos para desestabilizar al estado Apure.
“No se puede esperar nada del chavismo. No somos desestabilizadores. Nuestra lucha es muy justa, porque los educadores no podemos seguir viviendo en esta situación. Debemos ser los profesionales mejor pagados, porque formamos a todos los profesionales de este país. ¡Merecemos ser reivindicados!”, agregó.