Las mujeres empleadas en el sistema de Naciones Unidas en Afganistán “siguen empleadas y siguen trabajando” en sus puestos, dijo este martes en Nueva York el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
Dujarric respondía así a las consecuencias que en el caso de la ONU ha podido tener la prohibición emitida el pasado 24 de diciembre por el Gobierno de facto de los talibanes de que las mujeres trabajen en organizaciones no gubernamentales, so pena de suspender sus actividades en el país.
No estuvo claro si esa prohibición afectaba a las múltiples agencias de Naciones Unidas presentes en el país, pero este martes el portavoz quiso subrayar que no se sienten afectados por ese veto.
Es más, Dujarric dijo que era “totalmente falso” un informe aparecido este martes en una prestigiosa revista internacional (Foreign Policy) que aseguraba que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) iba a plegarse al veto de los talibanes a las mujeres para poder seguir activo en el país.
Las agencias de Naciones Unidas -recalcó Dujarric- “no pueden entregar la ayuda humanitaria sin la participación activa de las mujeres, algo necesario desde el punto de vista práctico y obviamente también desde el punto de vista ético”.
Según el portavoz, esta cuestión del trabajo femenino está siendo abordada actualmente en Kabul por el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, pero es improbable que el diplomático comunique si ha logrado alguna concesión de los talibanes hasta que haya abandonado el país.
En todo caso, Dujarric quiso precisar que la prohibición del trabajo de las mujeres en el ámbito humanitario “no es uniforme”, ya que “hay diferentes aplicaciones y diferentes retos dependiendo de cuál sea la provincia” del país de que se trate.
EFE