Al menos desde mediados de 2019, ningún líder u organización de la sociedad civil o de algún partido político venezolano ha sido capaz de promover y lograr que una etiqueta de Twitter supere a la cantidad de mensajes propagandísticos generados a diario por el oficialismo venezolano.
Fuera del entorno digital, el grueso de la población venezolana es expuesta día a día a narrativas oficialistas a través de prensa escrita, emisoras de radio y televisoras asociadas al gobierno de Nicolás Maduro, como el canal Venezolana de Televisión (VTV).
En la televisora se mencionan, a lo largo de todo el día, las mismas etiquetas de propaganda promovidas en Twitter por la cuenta oficial del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (MIPPCI), que aventajan y eclipsan a otras etiquetas nacionales por las astronómicas cantidades de tweets que acumulan, llegando al tope de los trending topics para Venezuela a diario e inundando al servicio de mensajería instantánea con mensajes pro-oficialistas.
La presencia diaria de estas tendencias de propaganda dan la impresión de que Nicolás Maduro, sus ministerios y medios de comunicación tienen una aceptación avasallante en Twitter, al menos si se toma como medida de popularidad la cantidad de tweets que alcanzan las etiquetas promovidas por el MIPPCI.
Pero no todo lo que brilla es oro, especialmente en Twitterzuela.
En reiteradas ocasiones, se ha denunciado que el oficialismo venezolano emplea tácticas de manipulación de plataforma para inundar con propaganda la red social, imponer sus narrativas y hacer que parezcan más populares de lo que realmente son.
Se ha comprobado que no todas las cuentas que interactúan con los tweets que llevan las etiquetas del MIPPCI pertenecen a usuarios comunes y corrientes. Existen redes de cuentas manejadas por operadores humanos –los Tuiteros de La Patria– que reciben pagos digitales a través del Sistema Patria para promocionarlas , al igual que otras redes de cuentas relacionadas con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y funcionarios de organismos públicos que a diario impulsan etiquetas promovidas por el MIPPCI.
Operando en conjunto, estas redes son una fuente inagotable de grandes cantidades de spam –contenido basura– con el que se “infla” la cantidad de tweets que acumulan estas tendencias.
Pero, si bien la mayoría del ruido propagandístico del gobierno bolivariano generado en Twitter proviene de la acción manual de personas que usan sus cuentas de forma repetitiva, generando contenido de baja calidad a alta velocidad, también existen cuentas automatizadas –bots– que se encuentran amplificando propaganda chavista en la red social de forma muy discreta, pero persistente.
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