Un bebé yanomani de 1 año y cinco meses murió este domingo en la reserva de ese pueblo indígena en el norte de Brasil, que fue invadida durante los últimos años por mineros ilegales que causaron una grave crisis humanitaria.
El fallecimiento del bebé fue confirmado por el Consejo de Salud Indígena de Roraima, estado fronterizo con Venezuela donde se sitúa la reserva, y fue atribuido a un cuadro de desnutrición aguda, que ha sido la causa de la reciente muerte de muchos indígenas.
Según el Ministerio de los Pueblos Indígenas, al menos 570 niños yanomamis fallecieron en los últimos años por “desnutrición, hambre y contaminación de mercurio”, elemento usado en la minería artesanal por los buscadores de oro ilegales, que ha degradado muchos de los ríos de la región.
De acuerdo a la misma fuente, el mercurio contamina las aguas que los yanomamis usan para regar sus plantíos y en las que pescan, con lo que acaba comprometiendo la salud de ese pueblo indígena.
La situación fue desvelada a mediados de enero por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien sustituyó el primer día de este año al ahora expresidente Jair Bolsonaro, quien durante los cuatro años de su gestión promovió las actividades económicas en la Amazonía y las tierras indígenas, incluyendo hasta la minería ilegal.
Lula visitó personalmente la región hace dos semanas, después de que equipos del Ministerio de Salud se adentraron en las tierras de los yanomamis y detectaron a miles de indígenas con cuadros graves de desnutrición, malaria y otras enfermedades.
La tierra Yanomami ocupa cerca de 10 millones de hectáreas, tiene un perímetro de 3.400 kilómetros y está habitada por unos 30.000 indígenas, que en los últimos años han vivido bajo la amenaza de los mineros ilegales, cuyo número se calcula en unos 20.000.
La ministra de los Pueblos Indígenas de Brasil, Sônia Guajajara, visitó la zona este sábado y aseguró que “muchos” mineros ilegales han comenzado a abandonar el territorio, después de que el Gobierno garantizó que serán expulsados por los organismos de seguridad.
“Tenemos información de que muchos mineros están saliendo”, y “si ellos se retiran sin precisar de las fuerzas de seguridad será mejor para todo el mundo”, declaró.
Guajajara explicó que la retirada de los mineros fue comprobada en vuelos realizados por la Fuerza Aérea y constatada por los propios indígenas en algunas regiones de la reserva.
El Gobierno ha declarado a la región en estado de emergencia “humanitaria, sanitaria y ambiental” y enviado cuantiosa ayuda.
Hasta ahora, según información oficial, fueron distribuidas unas 75 toneladas de alimentos y medicamentos, mediante una operación que cuenta con apoyo de las Fuerzas Armadas y los propios indígenas.
También han sido trasladados a la región unos 300 médicos y se ha instalado un hospital de campaña, al que, según dijo Guajajara este sábado, se le sumará otro en los próximos días.
EFE