El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) ha estimado que serán necesarios 46 millones de euros para “cubrir las necesidades urgentes de alimentos” de las 500.000 personas afectadas por el devastador terremoto del pasado lunes en la frontera entre Turquía y Siria.
“Una región asolada por años de crisis agravadas se enfrenta a otra más con unas pérdidas y destrucción inimaginables. El socorro inmediato no puede demorarse”, declaró, este miércoles, la directora regional del PMA para Oriente Medio, Norte de África y Europa Oriental, Corinne Fleischer, en un comunicado.
Desde que este martes se puso en marcha el plan de urgencia para asistir a los afectados por el seísmo, el PMA ha distribuido paquetes de alimentos y comidas calientes listas para el consumo a más de 64.000 personas de la región.
Además, el PMA deberá coordinar el reparto de alimentos en unos campamentos de refugiados que ya acogían a unos 44.000 sirios y que ahora están recibiendo a miles de nuevos desplazados turcos, principalmente del sudeste del país (Kurdistán), la zona más cercana al epicentro de los terremotos.
En las regiones de Turquía donde los daños en las infraestructuras han interrumpido las cadenas de suministros de alimentos, la ONU se ha comprometido a suministrar comida a ciudadanos y familias hasta que se restablezcan los servicios básicos.
La distribución de alimentos es aún más complicada en el territorio sirio debido a las limitaciones a la llegada de ayuda internacional impuestas tras casi 12 años de guerra civil.
En Siria, antes del seísmo, 4,1 millones de personas -el 90 % de la población- dependía ya de la ayuda humanitaria para subsistir.
“El PMA sigue haciendo un llamamiento para que no se obstaculice el acceso al noroeste de Siria, ahora más que nunca, cuando se necesita urgentemente ayuda humanitaria para llegar a los afectados por el terremoto. La naturaleza ha afectado tristemente a quienes ya tenían que hacer frente a años de sufrimiento”, añadió Fleischer.
EFE