Imágenes aéreas tomadas en la provincia turca de Hatay, una de las afectadas por los terremotos del lunes en Turquía y Siria, muestran los efectos de los seísmos sobre los campos de cultivos.
En una finca de olivares próxima al municipio de Tepehan, el terremoto ha abierto una enorme brecha de 50 metros de profundidad por 400 de largo y 200 de ancho. En un instante, la tierra se abrió y se formó un cañón que ha dividido en dos el campo de cultivo de 35 hectáreas.
Aziz Gündüz, uno de los residentes de la región, ha contado al medio local Bursa 5N1K: “Hubo una gran explosión, no la vi, pero escuché un sonido. Cuando miré de esta manera por la mañana, desafortunadamente, vimos una ruina de este lado. Este lado era el campo, era plano. No sé qué pasó”.
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