Uno de los rescatistas de Protección Civil enviados a prestar apoyo en las labores de socorro tras la tragedia sísmica en Siria y Turquía rompió en llanto al recordar sus tareas para salvar la vida de un sobreviviente a casi una semana del siniestro.
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“El área donde se localizó el sonido estaba muy expuesta. Se buscaron zonas aledañas para llegar a la parte de abajo para que el sonar diera una respuesta más idónea, y fue positivo”, indicó el venezolano Angelson Díaz.
La primera prueba se hizo a las 9:00 P.M. del sábado. En total fueron 15 pruebas hasta que “a las cuatro de la mañana sí hubo certeza dentro de de una de las cámaras”.
Según Díaz, “después de ahí se hace la remoción de escombros y se liberan todos los obstáculos y, bueno, ¡gloria a Dios!”
Muy emocionado, el rescatista exclamó antes de romper en llanto: “De verdad es un orgullo, a estas alturas, donde nadie se lo esperaba con la condición climática, un vivo. ¡Eso solo lo permite Dios!”.
Por su parte, uno de sus compañeros, Mauro Ramírez, explicó que las condiciones meteorológicas los obligaron a descansar cuando fueron reemplazados por rescatistas japoneses y chinos que terminaron de sacar al sobreviviente de los escombros.
“Nos retiramos en horas de la mañana ya, el cansancio era demasiado, más el clima al que no estamos acostumbrados. Pero valió el esfuerzo”, celebró.