Países y otros donantes prometieron unos 826 millones de dólares para “Educación sin demora”, un fondo de la ONU encargado de financiar la educación de los niños que se enfrentan a crisis humanitarias.
Se trata de poco más de la mitad de los 1.500 millones de dólares que el fondo estima necesitar para financiar su plan estratégico cuatrienal 2023-2026, destinado a ayudar a 20 millones de niños y adolescentes.
El fondo de las Naciones Unidas, creado en 2016 y que acaba de organizar su primera conferencia de donantes en Ginebra, estima que 222 millones de niños del mundo han visto su educación interrumpida por conflictos o desastres relacionados con el clima, 78 millones de los cuales nunca han ido a la escuela.
Desde su creación, “Educación sin demora” ha recaudado más de 1.000 millones de dólares para construir escuelas, comprar materiales educativos, proporcionar comidas diarias y prestar servicios psicológicos.
El fondo ayuda a casi 7 millones de niños en 32 países.
“Es un gran comienzo”, dijo la directora del fondo, Yasmine Sherif.
La falta de educación tiene consecuencias reales e inmediatas. Los niños se encuentran a veces en la calle, enfrentados a amenazas de violencia, trata de seres humanos, reclutamiento por grupos armados o, en el caso de las niñas, a matrimonios forzados.
“La esperanza cobra vida cuando podemos ofrecer educación a los niños, cuando podemos ofrecerles la oportunidad de un futuro mejor. Incluso en los lugares más pobres y desesperanzados del mundo podemos permitirles, de alguna manera, asistir a la escuela”, declaró Gordon Brown, presidente de “Educación sin demora” y ex primer ministro británico.
AFP