Más del 30% de la población mundial sufre alguna de estas patologías que provocan una respuesta inmune exagerada frente a elementos del ambiente. La importancia de identificar los síntomas e iniciar un tratamiento.
Por infobae.com
Según la Organización Mundial de Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), entre el 30% y el 40% de la población mundial sufre algún tipo de alergia. Los expertos de aquel organismo sostienen que esas cifras aumentarán en las próximas décadas debido al impacto del cambio climático, la mala alimentación y el uso inadecuado de medicamentos, entre otros factores.
El cambio climático hace que las alergias sean más frecuentes y más graves: “No se trata solo de una especulación: las alergias están empeorando. En comparación con 1990, hoy en día la temporada de polen comienza 20 días antes y se prolonga ocho días más, según un estudio realizado en 2021?, completó la doctora Cuevas.
Por su parte, Ramiro Heredia, médico clínico de la División Urgencias del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Ciudad de Buenos Aires, explicó: “La alergia es una reacción o respuesta alterada frente a sustancias que nuestro cuerpo reconoce como extrañas, a las cuales se la conoce como alérgeno. El sistema inmune de esta persona, genéticamente susceptible o con predisposición, reconoce al alérgeno y monta una respuesta contra él. En esta interviene en general un anticuerpo específico, la Inmunoglobulina E”.
Según Heredia, las personas alérgicas generan “una respuesta inmune exagerada” frente a un elemento que, por lo general, es reconocido como inocuo por los demás. Al entrar en contacto con el componente alérgeno, la reacción del sistema inmunitario puede hacer que la piel, las vías respiratorias, los senos paranasales o el aparato digestivo se inflamen.
Por lo general, los alérgenos son proteínas que se encuentran en el ambiente, como por ejemplo los ácaros del polvo, mohos, la caspa de las mascotas, el polen de las plantas, algunos alimentos, veneno de algunos insectos, y ciertos fármacos, entre otros.
“Nos enfrentamos a dos grandes problemas en relación a las enfermedades alérgicas: uno es que las diagnosticamos poco, y el otro es que también las tratamos poco, o de un modo no adecuado”, añadió el profesional del Hospital de Clínicas. Es que la prevalencia de la alergia está en aumento en todo el mundo, a medida que la temperatura y la contaminación ambiental del planeta aumentan. En ese sentido, diversas sociedades científicas afirman que entre el 20% y el 30 % de la población mundial sufre algún tipo de alergia a lo largo de su vida. Y la OMS alertó que hacia el año 2050, probablemente la mitad de los habitantes del planeta tenga algún trastorno alérgico.
¿Qué tipos de alergias existen?
Existen distintos tipos de enfermedades alérgicas. Algunos de ellas son:
– Alergias cutáneas (dermatitis atópica o eccema, urticaria, dermatitis por contacto, y angioedema hereditario).
– Alergias a medicamentos (más frecuentes en adultos).
– Alergias alimentarias (más frecuentes en niños).
Según Heredia, “el asma y la rinitis alérgica son las alergias más frecuentes. Se estima que hay 300 millones de personas con asma en el mundo, y que provoca alrededor de 250 mil muertes al año, la mayoría evitables. Además, entre el 20% y el 30% de la población global presenta rinitis alérgica.
En segundo término, el médico detalló: “La incidencia de las alergias alimentarias, que afectan principalmente a los niños en los primeros años de vida, y las alergias a medicamentos, principalmente en adultos, están también en aumento”.
¿Qué es la anafilaxia y cómo se trata?
Cuando una reacción alérgica es grave, con riesgo potencial de vida, se la llama anafilaxia y se requiere de atención médica de urgencia. “Esto puede ocurrir muy rápidamente. En muchas ocasiones la persona no se reconoce como alérgica y esta es su primera reacción, por eso es tan importante que la población en general, y los profesionales de la salud, están preparados para identificar y actuar”, advirtió Heredia.
Y sumó: “Los síntomas más comunes son urticaria (inflamación, con rubor y prurito, de distintas áreas de piel, o tan solo enrojecimiento de la piel), angioedema (inflamación de cara, párpados, orejas, boca, manos y pies), edema de la lengua, dificultad para respirar, sensación de asfixia o disfonía, sibilancias, vómitos, diarrea, mareos e incluso síncope o desmayo”.
La base del tratamiento para la anafilaxia es la aplicación de adrenalina. Incluso muchos pacientes, que se reconocen alérgicos, cuentan con autoinyectores para poder aplicarse esta medicación.